El reactor nuclear Carem, desarrollado por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), fue reconocido en el Foro de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) que tuvo lugar en la ciudad estadounidense de Washington, como uno de los proyectos más avanzados para aumentar la participación de la energía nuclear en la matriz energética global y facilitar que los estados cumplan sus metas de reducción de emisiones de carbono para el 2050.
El Carem (Central Argentina de Elementos Modulares) es un proyecto cuyo desarrollo comenzó en la década de 80 del siglo pasado, y cuyo prototipo comenzó a construirse durante la última presidencia de Cristina Kirchner en el complejo de Atucha en el partido bonaerense de Zárate.
Su diseño es incluido en la actualidad dentro de la categoría conocida en la industria nuclear como "SMR", sigla en inglés de "Reactor Modular Pequeño", un tipo de central de generación eléctrica que se caracteriza por ser más económica y rápida de poner en funcionamiento que las centrales tradicionales, además de incorporar sistemas de seguridad autónomos.
La intensificación de las discusiones en los foros internacionales sobre los mecanismos más eficientes para reducir las emisiones de carbono fijó el interés de los principales actores de la industria nuclear en los SMR, que se erigen como una alternativa accesible especialmente para los países en vías de desarrollo.
Habiendo comenzado su desarrollo hace casi cuatro décadas y con su construcción reactivada en 2020, el Carem está hoy a la vanguardia de su categoría, en una lista conformada por proveedores nucleares con mayor disponibilidad de recursos.
La presidenta de la CNEA, Adriana Serquis, participó del Foro de la OIEA que tuvo lugar a finales de octubre en Washington, en el que entre otras actividades intervino en la conferencia "En Foco: Foro Internacional de la Industria sobre la Cadena de Suministro SMR", una mesa que compartió con el director Ejecutivo de Urenco (Reino Unido); el director del Proyecto Nuwardtm-EDF (Francia), el presidente y director Ejecutivo de NuScale (EEUU) y el exsecretario Adjunto de Energía de Centrus Energy Corporation (EEUU); todos desarrolladores de SMR en el mundo.
"Todo el mundo comparte el consenso en que la energía nuclear es parte de la solución para la descarbonización y que sin la energía nuclear no se van a alcanzar las metas propuestas para mitigar el cambio climático", explicó. A modo de ejemplo mencionó que Estados Unidos anunció una ayuda de 40 mil millones de dólares a Polonia para la construcción de reactores- "Hay una demanda global de la que el Carem tiene todo para ser parte clave de la respuesta", completó Serquis.
Durante su visita al prototipo del Carem a mediados de octubre pasado, el director de la OIEA, Rafael Grossi, había dicho a Télam que "existe una enorme demanda internacional por los reactores pequeños modulares, que implican una demanda inicial menor y que pueden integrarse a una red o instalarse en lugares aislados, se estima que en los próximos años va a haber una inversión de 300 billones de dólares en el sector y todos los días distintos países de África y América Latina expresan un interés muy marcado en proyectos de estas características".
"Tal como sucedió décadas atrás con los reactores convencionales, el mercado internacional se vuelca hacia una máquina que esté probada y funcionando, y en ese sentido Argentina viene trabajando hace décadas. Esto está a las puertas de tener en marcha el Carem y usarlo como base de una versión comercial con enormes posibilidades", consideró. El diplomático señaló que "hay una fuerte competencia global en los últimos años con proyectos de Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia, China y algunos otros países. Pero el gran diferencial del proyecto argentino es su grado de avance.
Por eso, en la conversación con el presidente Alberto Fernández se enfatizó la necesidad de hacer realidad este proyecto porque va a haber una demanda muy grande que le abre a la Argentina un gran campo de potencialidades".
El prototipo del Carem, que se construye junto a las centrales Atucha I y II, podrá generar 32 Megavatios de Eléctricos de Energía (MWe), potencia capaz de abastecer a una población de 120.000 habitantes, aunque su principal objetivo es el de validar el diseño y la ingeniería de los futuros módulos comerciales, cuya potencia estará en el orden de los 120 MWe.