La directora de una escuela de Florida dijo que se vio a obligada a renunciar después de que algunos padres se quejaran de que a sus hijos de sexto grado le mostraran imágenes de la icónica escultura el "David" de Miguel Ángel, e incluso uno de los adultos habría asegurado que la obra maestra del Renacimiento era material pornográfico.
Hope Carrasquilla, la directora de una escuela de Florida, dijo que se vio obligada a renunciar la semana última luego de que algunos padres se quejaran de que a estudiantes de sexto grado se les mostraban imágenes de la estatua del Renacimiento e incluso uno de ellos la calificó como material pornográfico. Según The Washington Post, la directora aseguró que fue obligada a presentar su renuncia tras una reunión del consejo escolar en la que se ofreció dimitir o ser despedida.
Por su parte, Barney Bishop III, presidente del consejo escolar, explicó a ese medio que se recibieron quejas contra Carrasquilla por parte de tres padres que consideraban que el material sobre el David era "controvertido" y no apropiado para la edad de sus hijos. Bishop, que por consejo de los abogados de la escuela no dijo por qué pidió a Carrasquilla que dimitiera, aseguró que había varios problemas con la directora, entre ellos no notificar a los padres con antelación que se mostraría a sus hijos la escultura.
Pero no es la primera vez que el David entra el ojo censor de los puritanistas. Recuerda el diario La Razón, de España, un episodio de 2016 en Rusia cuando se realizó la exposición "Miguel Ángel. Creación del mundo" y se exhibió una réplica en el exterior de la Iglesia Luterana Evangélica de Santa Ana. En ese entonces, un grupo de ciudadanos alegó ante el Defensor de los Derechos de los Niños que "cómo ha sido posible poner a este tipo sin pantalones en el centro de la ciudad, cerca de una escuela y una iglesia", ante lo que el director de dicho colegio cercano a la iglesia respondió que sus estudiantes tenían "la suficiente cultura como para no escandalizarse por ver los genitales de una escultura". Incluso se creó una campaña, llamada "David Dress", con el fin de realizar un concurso en el que los ciudadanos podían elegir cómo vestir al David de Miguel Ángel.
"Esto es absurdo, censurar a una de las máximas obras del Renacimiento no tiene ningún fundamento ni científico ni intelectual. Es tan solo una operación de marketing", explicó ese es entonces Cecile Hoolberg, directora de la Galería florentina, "lo mejor que se puede hacer es ver original aquí en la Galería, donde el esplendor del David jamás será ofuscado o cubierto".