En una entrevista concedida a France Football, revista de la que es portada, el Dibu ofreció su versión de todo lo sucedido. En los festejos dentro del vestuario se pidió un minuto de silencio y el Dibu añadió: “Por Mbappé, que está muerto”. “Lo del vestuario es cosa del vestuario y nunca debió salir. Cuando Francia nos ganó en 2018, recuerdo que hubo cánticos sobre Messi. Igual, si un equipo le gana a Brasil, cantarán sobre Neymar. No hay nada personal contra Mbappé. Lo respeto enormemente. Si cantamos sobre él o sobre Neymar es porque son unos cracks”, explicó el portero.
En la caravana de la celebración del título por las calles de Buenos Aires se vio al Dibu sosteniendo un muñeco con la cara de Mbappé. Esta es la versión del argentino: “La gente nos tiró un montón de muñecos por el camino, nos tiraron casi cien durante el recorrido. Me cayó a los pies un muñeco con la cara de Mbappé, lo recogí porque me dio risa, lo agarré durante dos segundos y lo tiré de vuelta, eso es todo. ¿Cómo podría burlarme de Mbappé? ¡Si él me metió cuatro goles! Cuatro goles en la final... ¡Debe pensar que soy yo su muñeco! Repito, tengo un respeto enorme por Mbappé. E incluso te digo una cosa: es el mejor jugador francés que vi en mi vida”. El Dibu desveló que después de la final tuvo una conversación con Mbappé: “Después del partido le dije que podía estar orgulloso de sí mismo y mantener la cabeza alta, porque hizo un gran partido y era uno de los mejores jugadores del mundo. También le dije que era un placer jugar contra él, que casi ganó esta final solo. Es un chico con un talento inmenso. Me di cuenta enfrentándolo que es diferente. Cuando Leo deje el fútbol, ganará muchos Balones de Oro”.
Al recibir el trofeo como mejor portero del Mundial, el Dibu hizo un gesto obsceno por el que fue duramente criticado: “El gesto que hice con el trofeo de mejor portero fue una broma con mis compañeros. Lo había hecho antes en la Copa América y me decían que no me atrevía a hacerlo de nuevo. Lo hice por ellos, nada más. Duró un segundo y ya está”.
También quiso quitar trascendencia al baile que hizo en la tanda de penaltis de la final: “Nunca había hecho eso en mi vida. Es parte de la adrenalina del partido. […] No había planeado nada, simplemente sucedió. Algunos pueden pensar, ‘Ah, pero qué payaso’ y puede ser que tengan razón. Mis compañeros dicen que estoy mal de la cabeza, porque hago este tipo de cosas en momentos de extrema tensión. Juego sin miedo, no me importa nada. Algunos deben estar pensando: ‘¿Cómo puede hacer esto en una final del Mundial, cuando es su trabajo? Debería ser más serio’. […] No creo que sea particularmente arrogante ni humilde, pero es mi forma de lidiar con la presión, tranquilizarme y sentirme seguro”. Fuente: as