El periodista rosarino Gerardo Rozín murió este viernes a los 51 años. Hacía pocos meses que Gerardo se había quedado completamente sordo de un oído: el stress de la experiencia fallida en el diario porteño le dejó esa secuela permanente.
El año pasado debió abandonar la conducción de su programa televisivo para afrontar sus problemas de salud. Volvió al mes con la misma alegría y fortaleza de siempre. Gerardo Rozín fue un gran productor televisivo, un conductor improbable, cálido y eficaz. Alguien que tenía virtudes que están escaseando: pensaba, trabajaba con pasión, reía y, principalmente, sabía escuchar. (...) Fuente: Infobae