A casi un mes después de que Rusia invadiera Ucrania y más allá del significativo ruido informativo que en el presente es un escenario más de la guerra, la tensión en esa región del mundo viene en aumento desde hace años y el cine viene dando cuenta de los diferentes sucesos que fueron trazando las aristas del cruento presente.
Si desde siempre el cine sirve para explicar al mundo o al menos aporta perspectivas diferentes, en el caso de la guerra entre Rusia y Ucrania, algunas las películas se vuelven imprescindibles para empezar a entender la escalada bélica que ya suma miles de muertos y millones de desplazados ucranianos.
Con méritos mayores o menores en lo artístico, desde la ficción más inspirada hasta la crudeza documental e incluso la ciencia ficción, "Winter on Fire"; "Donbass", "Frost", "The Earth Is Blue as an Orange", "Maidan", "93: The Battle for Ukraine", "Inner Wars", "Oleg´s Choice" y "Atlantis" distopía, son solo algunos de los títulos que abordan la problemática. Si embargo, más allá de lo intrínseco de cada relato y la perspectiva que toman, todos y cada uno de los filmes comparten dos características fundamentales. Por un lado, se desprende la intención de visibilizar un conflicto que lleva décadas y que en general, era ignorado por el mundo.
Pero sobre todo, son películas que retratan el nivel de virulencia de odios cruzados que más allá de la línea que exponen y propagan los nacionalistas ucranianos y los sectores pro-rusos, impregnó desde hace tiempo a toda la sociedad. En ese sentido, este grupo de relatos dialogan involuntariamente con otros que hace poco más de tres décadas reflejaban la Guerra de los Balcanes, otra contienda bélica desdeñada por Occidente hasta que escaló y se convirtió en un asunto prioritario para Europa. Por caso y solo por citar un ejemplo, "Bure Baruta" / "Como barril de pólvora" (1998, Goran Paskaljevic), que ganó el premio de la crítica en el Festival de Venecia y en los Premios del Cine Europeo, daba cuenta en una febril noche de enfrentamientos en vísperas del acuerdo de paz, la espiral de violencia y venganza que parecía ganar a buena parte de los habitantes de la antigua Yugoslavia.
Desde la perspectiva política e incluso desde el cine, por aquello de que "la historia se repite dos veces, primero como tragedia y después como farsa", la guerra que se desarrolla en Ucrania fue ampliamente prologada por numerosos eventos que indicaban que efectivamente la región era un "barril de pólvora", un conflicto que inevitablemente iba a estallar y que el cine fue acompañando desde sus inicios y seguramente seguirá retratando.
La siguiente es una lista reducida de las películas centradas en el conflicto entre Rusia y Ucrania:
"Maidan", de Sergei Loznitsa (2014). Un documental urgente, filmado mientras ocurrían las manifestaciones a favor de un acuerdo de libre comercio entre Ucrania y la Unión Europea, que el presidente Víktor Yanukóvich había prometido y luego retrocedió por la presión de Rusia. El centro de la protesta fue la Plaza de la Independencia en el centro de Kiev, conocida como Maidan, en donde además de los pacíficos reclamos de estudiantes, se sumaron personas de todas las extracciones y también grupos ultranacionalistas y de extrema derecha, como el partido Svoboda. La película registra las protestas y la creciente tensión en el lugar con ritmo de thriller con final anunciado, que significó la muerte de decenas de personas, miles de heridos y la renuncia de Yanukóvich, aunque el acuerdo con Europa nunca llegó a firmarse.
"Winter on Fire", de Evgeny Afineevsky (2015). El documental del ucraniano Evgeny Afineevsky, nominado al Oscar y estrenado en la plataforma Netflix, también está centrado en las manifestaciones de Euromaidan y recoge el punto de vista de los manifestantes, sin demasiadas explicaciones sobre el contexto político y social que generó la protesta.
"Frost", de Sharunas Bartas (2017). El lituano Sharunas Bartas sigue a una pareja de jóvenes en su intento a llegar a Crimea con ayuda humanitaria. A diferencia de "Maidan" y "Winter on Fire", el realizador se ocupa de explicar el contexto que da cuenta de la adhesión de Crimea por parte de Rusia y la visibilizarían de los grupos pro-rusos convertidos en milicias y la proclamación de Donetsk y Lugansk como repúblicas populares.
"Donbass", de Sergei Loznitsa (2018). Luego de "Maidan", Sergei Loznitsa dirigió esta ficción con la que ganó el premio a la Mejor Dirección en la sección Un Certain Regard en 2018. El relato, con largos planos secuencia, está estructurada en episodios donde se enfrentan los nacionalistas ucranianos y los partidarios de Rusia, con un tono corrosivo e incluso con pasos de comedia, que van subiendo su intensidad y muestran la violencia casi inaudita que atraviesa a toda la población.
"Atlantis", de Valentyn Vasyanovych (2019). El relato se ubica en un futuro cercano y distópico, donde terminó la guerra y Ucrania quedó devastada por el largo enfrentamiento con Rusia. Desde la ciencia ficción, la película retrata las consecuencias psicológicas para los sobrevivientes, con el componente de que los recursos naturales desaparecieron o fueron contaminados por siempre.
"The Earth Is Blue as an Orange", de Iryna Tsilyk (2020). Las personas comunes y la guerra son casi un género dentro del cine y Iryna Tsilyk elige contar la historia de una madre y sus hijos en el frente de batalla para representar a toda la población civil, inevitables primeras víctimas en todo conflicto bélico. Fuente: Telam