La planta del cannabis tiene más de 100 tipos distintos de cannabinoides, pero hay dos que son los principales: THC y CBD. Ambos pueden ser usados en contextos recreativos o con fines médicos. Se usan principalmente en pacientes con dolencias crónicas, pero también en niños con epilepsia que no responden a los tratamientos farmacológicos, pacientes con cáncer o VIH, entre otros. Sobre el uso medicinal del cannabis todavía pesan muchos estigmas, pero su legalización es cada vez más común.
Una medicina ancestral sobre la que pesan estigmas y prohibiciones en todo el mundo: hablamos de la planta de la marihuana o cannabis sativa, según su término científico. Esta hierba contiene más de 100 compuestos cannabinoides, pero los más comunes son el tetrohidrocannabinol o THC y el cannabidiol o CBD, ambos pueden ser usados tanto en contextos terapéuticos como recreativos.
Estos compuestos tienen en común que actúan sobre el sistema endocannabinoide, que tienen todos los mamíferos, incluyendo los humanos. Si bien en la academia médica todavía no se ha extendido el estudio y la divulgación de este sistema de comunicación intercelular, los investigadores del campo medicinal del cannabis llevan más de 30 años realizando estudios sobre, lo que algunos llaman, cerraduras o receptores para cannabinoides que se encuentran en nuestro sistema nervioso central y en el inmunológico.
Sin embargo, el THC y el CBD no tienen los mismos efectos terapéuticos. El THC tiene un o psicoactivo, por lo que es comúnmente usado en términos recreativos, pero también para tratar a pacientes con pérdida de peso involuntaria, cáncer o VIH, puesto que estimula el apetito y es un análgesico natural. El CBD es una moléula que no tiene la capacidad de tener unas reacciones psiquiátricas o psicológicas que generalmente las personas buscan en el uso no médico, pero se ha encontrado que es un antiinflamatorio natural, entre otras propiedades. Es común encontrarlo en aceites o cremas, muchas veces usado como relajante o para tratar la ansiedad leve.
Usos terapéuticos del cannabis. Pese a que la investigación es muy preliminar en algunas enfermedades, los expertos reconocen un potencial clínico importante. "Cuando lo hacemos en contexto médico, lo hacemos para tratar pacientes con un uso específico. Pacientes con unas ciertas condiciones clínicas, en especial relativas al dolor crónico, que es una patología bastante común y que muchas veces no responde bien a otros tratamientos médicos", explica a France 24 la doctora Paola Cubillos, especialista en medicina integrativa y experta en el campo de la medicina cannabinoide.
El dolor crónico es aquella dolencia que persiste en los pacientes durante más de tres meses. "En particular en instancias donde los pacientes ya han pasado por varias líneas de fármacos y no han encontrado un alivio a su dolor, y no han encontrado que su funcionalidad diaria pueda recuperarse satisfactoriamente con los usos de los otros medicamentos", dice Cubillos.
Es ahí donde se recurre a los derivados de la planta del cannabis, compuestos que están estandarizados, "que los médicos podamos conocer los componentes de este medicamentos tanto en el contenido THC, la molécula más abundante, como el CBD, que tiene uno potenciales antiinflamatorios muy interesante". Pero sus usos van más allá. Estos compuestos cannabinoides también sirven para tratar casos de epilepsia en niños cuyo control es difícil con otros fármacos tradicionales. "Estas son las dos enfermedades que más han utilizado los derivados de la planta del cannabis hasta el momento", señala Cubillos.
Según explica la doctora colombo-canadiense, estos derivados tienen un potencial del manejo de enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, "que es una enfermedad autoinmune en el que las células nerviosas interrumpen la comunicación de las unas a las otras y esto va a generar una serie de síntomas neurológicos como es espasticidad, dolor, pérdida del control de la orina" y, como han comprobado los científicos, en algunos de estos pacientes el cannabis ha aliviado sus síntomas.
Contraindicaciones: ¿todo el mundo puede usar esta medicina? Como todo tratamiento médico, se habla de indicaciones y contraindicaciones de este tipo de terapias. Depende de las condiciones clínicas particulares de cada paciente y el análisis lo debe hacer un especialista de la salud. Sin embargo, las investigaciones han encontrado determinados casos en los que está contraindicado el uso tanto del THC como del CBD, "personas que no deberían recibir estos medicamentos, porque ya conocemos algo de los elementos de seguridad que nos indican que no sería seguro para ellos".
La utilización del THC estaría contraindicado en personas que tienen enfermedades psiquiátricas: esquizofrenia, bipolaridad, o en enfermedades de estabilidad emocional: ansiedad o depresión que no estén bajo control, nos explicó la doctora Cubillos. "No lo usamos porque tiene la capacidad de desencadenar a altas dosis síntomas psiquiátricos o la desestabilización de la enfermedad psiquiátrica de la persona", tampoco está indicado en los menores de 25 años "porque sabemos que tiene un impacto en el desarrollo neuronal, cerebral" ni en mujeres embarazadas, lactantes o que buscan quedarse embarazadas, puesto que no hay mucha información sobre sus afectaciones.
El CBD, según Cubillos, se trata más de una precaución "en aquellas personas que ya tengan una enfermedad epática establecida, porque este compuesto puede cambiar el funcionamiento del higado". También hay una precaución en personas que estén tomando una gran catidad de medicamentos. La recomendación de los especialistas de la salud es acudir a médicos competentes que entiendan de los usos de los cannabinoides para usarlos de la forma más segura posible.
Legalización de los derivados del cannabis. Todavía existe un largo proceso para la legalización total de estos fármacos naturales y la prescripción médica común. Sin embargo, desde Canadá hasta Argentina cada vez son más los países que están dando vía libre y legal al uso medicinal de los derivados, lo que facilita el acceso a estos productos estandarizados y de buena calidad a los pacientes. "Desde el punto de vista de los retos para trabajar con estas moléculas es que todavía existe mucho desconocimiento y hay muchas áreas del conocimiento que faltan por llenarse", reconoce Cubillos, añadiendo que falta mucha investigación para conocer cuáles son las ventajas del cannabis frente a otros fármacos.
El desconocimiento no solo está en las calles, muchas personas asocian la marihuana recreativa -considerada una droga ilegal en gran parte del mundo- con el cannabis medicinal, sino también dentro de la academia médica y en las entidades públicas que financian y apoyan la investigación. "Los restos son bastantes porque es una modalidad terapéutica relativamente reciente", apunta la doctora, "que surgió por la necesidad de pacientes de encontrar alivio a algunas de sus dolencias que no estaban encontrando con los fármacos tradicionales". Fuente: FRANCE 24