Además de difundir el dato de inflación, el INDEC dio a conocer este martes la variación de las canastas básicas, que sirven para medir los niveles de pobreza e indigencia. En ambos casos, la desaceleración de los alimentos contribuyó a que ambas canastas evolucionen por debajo del IPC. Sobre todo, la canasta alimentaria, que aumentó por debajo de la mitad de la inflación general.
Según informó el INDEC, la canasta básica alimentaria aumentó en abril 4,2% en abril, muy por debajo de la inflación general (fue 8,8%), para acumular un alza del 55% en los primeros cuatro meses del año y una variación del 296,2% interanual. De esta manera, una familia compuesta por cuatro integrantes necesitó ingresos por $373.044 para no caer por debajo de la línea de indigencia.
En tanto, la canasta básica total, que suma además de los alimentos algunos servicios, aumentó en abril 7,1%, acumulando un alza del 67% en los primeros meses del año y del 307,2% interanual. Así, una familia compuesta por cuatro integrantes necesitó ingresos por $828.158 para mantenerse por encima de la línea de la pobreza, es decir, ser considerado clase media.
iP