El Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina se desplomó 5,1% en el primer trimestre de 2024, respecto del mismo período de 2023. La profundización de la recesión fue explicada fundamentalmente por las caídas en la actividad de la industria manufacturera, el comercio y la construcción.
La contracción de la economía doméstica fue la más aguda para un primer trimestre desde 2019, cuando el país sufría las consecuencias de las corridas cambiarias que provocaron una fuerte devaluación y sentaron las bases para el acuerdo entre el gobierno de Mauricio Macri y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La inversión privada fue el componente de la demanda del PBI más golpeado, con un desplome del 23,4% en términos interanuales. Por su parte, el consumo, componente de mayor peso en lo que se produce fronteras adentro, registró una caída del 6,7%, mientras que el gasto público se redujo 5%.
La performance del comercio exterior compensó parcialmente las bajas, ya que las exportaciones mejoraron 26,4% respecto del año pasado y las importaciones fueron un 20,1% menores. Vale recordar que 2023 estuvo atravesado por una de las peores sequías de la historia, lo cual perjudicó las ventas externas de los principales cultivos del país.