Las y los más de 1500 empleados de la empresa de neumáticos Bridgestone recibirán una muy buena noticia esta semana: cobrarán un monto extra en sus cuentas en concepto de participación en las ganancias de la firma. Será para percibir a partir del 15 de abril. Es gracias a una cláusula que se negoció con la empresa en el 2001. La novedad llega en el medio de un conflicto gremial por el despido de ocho operarios.
La participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas está contemplada en el artículo 14 bis de la Constitución. Sin embargo, la cláusula acordada entre Bridgestone y el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (Sutna) en 2001 es novedosa en el país. Establece que toda utilidad que supere el 6 por ciento de excedente de la ganancia neta libre de impuestos se debe distribuir un tercio entre las y los trabajadores, un tercio en bienes de capital para mejorar la producción y otro tercio para el desarrollo proveedores.
Es la séptima vez que se activa la cláusula desde su vigencia y el segundo año consecutivo. En 2022, la fabricante de neumáticos japonesa tuvo ganancias por encima del 6 por ciento durante el año fiscal 2021 y los trabajadores recibieron 730.000 pesos en dos cuotas.
El anuncio se hará en medio de un conflicto gremial que atraviesa la compañía tras el despido de ocho trabajadores. El sindicato apunta a despidos “injustificados y arbitrarios” de operarios que se desempeñaban en la planta ubicada en la localidad de Lavallol. El gremio que dirige Alejandro Crespo precisó que las cesantías se produjeron luego de que el Ministerio de Trabajo emitiera un dictamen donde se oficializaron “las pésimas condiciones laborales que dañan la salud de los trabajadores”. Desde la empresa responden que los trabajadores contaban con antecedentes de ausentismo, incumplimiento de tareas y de medidas de seguridad.
Cómo fue la negociación con Bridgestone
En plena crisis del 2001, con el antecedente de Goodyear y otras tantas empresas más allá del sector neumáticos yéndose del país, Bridgestone planteó la necesidad de reducción de personal. La japonesa pagaba salarios un 40 por ciento por encima de otras empresas de neumáticos como Pirelli o Fate y, tras la instalación de Toyota en Argentina, la intención de quedarse en el país era estratégica a nivel global como proveedora de la automotriz japonesa.
Pedro Wasiejko, que en este entonces era secretario general del Sutna, lo sabía y usó esa carta para negociar: «Cuando lo planteé en la asamblea ni yo mismo lo creía, pero lo defendí con garra. Estaba como una flor en el acuerdo y pasó», explica orgulloso a PáginaI12. La negociación implicó que los trabajadores pierdan un 13 por ciento del salario de bolsillo a cambio de la participación en las ganancias cuando las mismas fueran por encima del 6 por ciento libre de impuestos. En ese entonces consiguió además el pago de una doble indemnización para los o las trabajadores que no acepten la reducción del 13 por ciento y decidan irse de la empresa, y una indemnización parcial para compensar la pérdida de quienes se quedaban.
La cláusula comenzó a regir en ese momento y fue incorporada formalmente en el Convenio Colectivo de Trabajo en 2006 y ratificada ante cada renovación. El pedido inicial de Wasiejko era que sea un 4,5 por ciento en vez del 6 el guarismo que la active, aunque no lo consiguió.
El caso Bridgestone sorprendió por lo excepcional y esperanzador. Es de las pocas experiencias en Argentina de este tipo, pero despeja el panorama para reabrir un debate que excede fronteras, que tiene que ver con el derecho de los trabajadores a participar en las ganancias. Es que la participación de los trabajadores en las ganancias es tema de debate en la literatura internacional, como mecanismo para que el capitalismo sea más equitativo e igualitario.
La experiencia más cercana en Argentina es el caso de los bancarios, que cobran un adicional atado a las utilidades promedio de los bancos. En Argentina el ex diputado nacional Héctor Recalde presentó más de 20 proyectos de ley en este sentido, que en general no prosperaron en el recinto, ya que hace falta una voluntad política del bloque para hacerlo avanzar. El ex diputado instaló este debate en el 2010 intentando sentar posición y definir la perspectiva del peronismo como espacio político. Sin embargo, el único proyecto que consiguió la media sanción en diputados fue el derecho al bono de participación en las ganancias de las empresas de telefonía. Fuente:Página 12