Francisco presidió un servicio de oración al aire libre con unas 130 personas, incluidas muchas directamente afectadas por la pandemia. Rezaron el rosario en los jardines del Vaticano cuando decenas de miles de personas en unos 50 santuarios católicos de todo el mundo se unieron. Una gran pantalla en los jardines mostraba enlaces de video con alrededor de 25 ubicaciones.
Entre los que oraron se encontraban médicos, enfermeras y conductores de ambulancias italianos, así como personas que se habían recuperado del coronavirus o habían perdido a familiares. Más de 33,000 han muerto en Italia. La mayoría usaba máscaras, excepto cuando dirigían oraciones al micrófono. Francis, de 83 años, se sentó a varios metros de la mayoría de las personas durante la mayor parte del servicio y no usó una máscara.
En su oración final, Francisco dijo que los líderes nacionales deberían adoptar una actitud con visión de futuro, ayudar a los más necesitados ahora y poner en marcha soluciones económicas y sociales a largo plazo. Rezó para que la Madonna "tocara las conciencias (de los líderes) de modo que se gastaran enormes sumas para poseer más armamentos y perfeccionarlos en lugar de destinarlos a la promoción de investigaciones suficientes para prevenir tales catástrofes en el futuro". A principios de este mes, Francis solicitó la cooperación científica internacional para desarrollar una vacuna y dijo que cualquier exitosa debería ser compartida a nivel mundial. Fuente: Reuters