LA HABANA (REUTERS). Raúl Castro fue uno de los miles que asistieron a una manifestación organizada por el gobierno en La Habana el sábado para denunciar el embargo comercial de Estados Unidos y reafirmar su apoyo a la revolución cubana, una semana después de que protestas sin precedentes sacudieran el país comunista. Los partidarios del gobierno se reunieron en el paseo marítimo de la ciudad antes del amanecer para ondear banderas cubanas y fotos del difunto líder revolucionario Fidel Castro y su hermano Raúl. Este último se retiró como líder del Partido Comunista en abril, pero prometió seguir luchando por la revolución como "soldado de infantería".
La manifestación fue una reacción a las manifestaciones que estallaron en todo el país el domingo pasado en medio de una escasez generalizada de productos básicos, demandas de derechos políticos y el peor brote de coronavirus en la isla desde el inicio de la pandemia. El gobierno admitió algunas deficiencias esta semana, pero principalmente culpó de las protestas a los "contrarrevolucionarios" financiados por Estados Unidos que explotan las dificultades económicas causadas por las sanciones estadounidenses. El presidente Miguel Díaz-Canel, quien también encabeza el Partido Comunista, dijo a la multitud que el "enemigo de Cuba se ha lanzado una vez más a destruir la sagrada unidad y tranquilidad de los ciudadanos". Dijo que no era poca cosa convocar un mitin, ya que el país veía un número creciente de casos de COVID: "Los convocamos para denunciar una vez más el bloqueo, la agresión y el terror". Las autoridades dijeron que se llevaron a cabo concentraciones similares en todo el país. "Esta revolución continuará por mucho tiempo", dijo Margaritza Arteaga, una trabajadora social estatal que asistió al mitin en La Habana.
Los trabajadores habían sido convocados por comités de barrio, conocidos como Comités de Defensa de la Revolución, dijo, y un autobús estatal la recogió a las 4 de la mañana. Poco antes de que comenzara oficialmente la manifestación en La Habana, las autoridades sacaron de la multitud a un hombre que gritaba consignas contra el gobierno que incluían "libertad". El número de detenidos durante o después de las protestas ha aumentado a medida que llegan nuevos informes en medio de cortes irregulares en las aplicaciones de mensajería e Internet en la isla, donde el estado tiene el monopolio de las telecomunicaciones.
El último recuento del grupo de derechos humanos en el exilio Cubalex sitúa a los detenidos en 450, aunque algunos han sido liberados desde entonces. Los activistas han acusado a las autoridades de represión, ya que han aparecido algunos videos en las redes sociales de la policía golpeando a los manifestantes. El gobierno aún no ha dado cifras oficiales de los detenidos, aunque ha dicho que ha arrestado a los sospechosos de instigar disturbios antipatrióticos o de llevar a cabo actos vandálicos. La televisión estatal ha transmitido imágenes de personas saqueando las controvertidas tiendas de dólares de Cuba y volcando coches de policía vacíos.