El incidente fue protagonizado por un avión de la Guardia Costera de Japón y una aeronave Airbus A-350 de la empresa Japan Airlines, que llevaba 379 personas a bordo. Tras el choque, este último vehículo fue devorado completamente por las llamas.
El sueco Anton Deibe, de 17 años, y que iba a bordo del avión de Japan Airlines, le dijo al periódico sueco Aftonbladet que "toda la cabina se llenó de humo en unos minutos. Nos arrojamos al piso. Luego las puertas de emergencia fueron abiertas y nos abalanzamos hacia ellas". "El humo en la cabina picaba endiabladamente. Era un infierno.
No teníamos idea de a dónde íbamos, así que sólo salimos corriendo por la pista. Era un caos", agregó Deibe, que viajaba con sus padres y su hermana. Afortunadamente, todos los ocupantes del avión comercial lograron evacuar y fueron atendidos por los servicios de emergencia de la capital japonesa. Dispar suerte tuvieron los tripulantes del avión Bombardier Dash-8 de la Guardia Costera nipona, ya que cinco de sus seis ocupantes murieron a raíz de la colisión. Sólo sobrevivió el piloto, que logró escapar del sitio del suceso. (...)
Emol / AP