Finlandia fue elegido el viernes (18.03.2022) como "el país más feliz del mundo" por quinto año consecutivo, según la clasificación "World Happiness Report" (Informe sobre la felicidad mundial), que sitúa este año en el último puesto a Afganistán. Costa Rica, en el puesto 23º, Uruguay (30º) y Brasil (39º) son las naciones latinoamericanas mejor situadas en esta clasificación. Venezuela (108º), por su parte, es el país latinoamericano peor situado en el ránking, incluso por debajo de Irak.
"Los tres avances más importantes fueron los de Serbia, Bulgaria y Rumania. Los retrocesos más fuertes se dieron en Líbano, Venezuela y Afganistán", según el "World Happiness Report", estudio financiado por la ONU que se realiza hace diez años.
El informe se basa en sondeos que preguntan a las personas por su sensación de felicidad y cruzan estas informaciones con datos del PIB, de los niveles de libertad individual o de la corrupción, entre otros.
"La lección que se saca del informe, en estos diez años, es que la generosidad entre las personas y la honestidad de los gobiernos son cruciales para el bienestar", según Jeffrey Sachs, uno de sus coautores. "Los dirigentes mundiales tendrían que tomarlo en cuenta", agregó.
El éxito de Finlandia Los países del norte de Europa volvieron a dominar los primeros puestos. Finlandia, con una nota de 7,82 sobre diez, se sitúa por delante de Dinamarca, Islandia, Suiza y los Países Bajos. El empresario finlandés Jukka Viitasaari dijo que no le sorprendía que sus compatriotas se describieran a sí mismos como felices: "Muchas cosas son innegablemente buenas aquí: una naturaleza hermosa, estamos bien gobernados, muchas cosas están en orden", afirmó.
El país de los vastos bosques y lagos es también conocido por el buen funcionamiento de los servicios públicos, las omnipresentes saunas, la confianza generalizada en la autoridad y los bajos niveles de delincuencia y desigualdad.
Sin embargo, muchos de los 5,5 millones de habitantes del país nórdico se describen a sí mismos como taciturnos y propensos a la melancolía, y admiten que miran con recelo las muestras públicas de alegría. "Alguien de fuera tenía que decirnos que estamos bien comparado con muchos otros lugares", agregó Viitasaari.
Fuente: DW JU (afp, kna)