Silicon Valley Bank se transformó este viernes en el banco norteamericano más grande en quebrar desde la crisis financiera de 2008. La Corporación Federal de Seguros de Depósitos de Estados Unidos tomó control de los activos de la entidad financiera. En los balances se registran cerca de 175 mil millones de dólares de depósitos de los clientes, entre los cuales se encuentran algunas de las principales firmas de tecnología de California.
La entidad mostró importantes problemas por falta de liquidez a mitad de esta semana. Buscó recaudar dinero e incluso evaluó vender el banco para frenar el retiro masivo de activos. Pero no consiguió contener una corrida que en menos de dos días terminó por mandarlo a la quiebra. Ahora la preocupación es por el efecto contagio sobre otras entidades como First Republic. El jueves el precio de las acciones del SVB había bajado 60 por ciento y este viernes las autoridades reguladoras de Estados Unidos decidieron directamente la suspeElnsión de actividades.
En un artículo del New York Times se mencionó que la Corporación Federal de Seguros de Depósitos devolverá en el corto plazo hasta 250 mil dólares depositados por cada cliente. Para los que tenían cifras superiores, es decir que excedían el máximo cubierto por la Corporación Federal, recibirán certificados de fondos no asegurados. Esto implica que cobrarán sólo si es posible recuperar los activos. Hasta ahora el banco reconoció pérdidas por más 2000 millones cuando intentó desprenderse de bonos para recuperar liquidez.a suba de la tasa de interés de la Reserva Federal de los últimos meses, que llevó el rendimiento del dinero de niveles cercanos a cero a valores de casi 5 por ciento, fue uno de los puntos que impactó en los números financieros de la entidad.
El SVB tenía colocaciones importantes de su cartera de activos en títulos del Tesoro de largo plazo e instrumentos hipotecarios que bajaron su precio arbitrando a las nuevas condiciones de tasas. Cuando comenzó la corrida, el banco se vio obligado a realizar la venta de estos títulos reconociendo una pérdida importante en el valor de sus activos. Las dificultades para obtener liquidez de otras formas, como la colocación de capital o la propia venta de la entidad, terminó de acelerar la debacle.
El episodio tomó una dimensión importante en los últimos días, generando fuerte caída del precio de las acciones de otras entidades bancarias, y llevó este viernes a la propia jefa del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, a realizar declaraciones. «Se registran situaciones recientes que afectan a algunos bancos que deben recibir un monitoreo muy de cerca. Cuando los bancos registran pérdidas financieras es y debería ser motivo de preocupación», afirmó.
Previo a la quiebra del SVB, otro banco más chico llamado Silvergate también se había declarado esta semana en bancarrota. Su principal negocio era atender a empresas de criptomonedas y su quiebra generó una fuerte caída de más de 10 por ciento en el precio del bitcoin y otras monedas digitales. Una de las preocupaciones de las autoridades reguladoras de Estados Unidos es que la caída del SVB pueda impactar en otras entidades. Por ejemplo First Republica perdió este viernes más de un 20 por ciento en el precio de sus las acciones y algo similar ocurrió con Signature Bank. A su vez, los principales bancos como JP Morgan sintieron impacto el jueves pero el viernes comenzaron a recuperar parte de las caídas de la jornada previa.
El colapso del SVB afectó no sólo a las bolsas de Estados Unidos sino a distintos mercados incluidos los emergentes. En Argentina la bolsa terminó este viernes con un retroceso de más de 4 por ciento y particularmente las empresas locales que cotizan en Nueva York llegaron a registrar bajas de hasta 8 por ciento. A nivel de los bonos soberanos en moneda extranjera hubo retrocesos que fueron de hasta 4 por ciento. Con esto el riesgo país subió a 2207 puntos, un avance de 3,4 por ciento en la jornada. Las novedades del impacto de la sequía sobre la cosecha del campo suman presiones al precio de los activos financieros.