El miércoles por la mañana, un alumno de trece años, armado con una pistola de 9 mm, abrió fuego, matando primero al guardia y a tres compañeros en los pasillos, antes de dirigirse a un aula donde disparó primero a una maestra y luego a los alumnos. Mató a un total de siete niñas, una de ellas de nacionalidad francesa, y a un niño, todos de 12 ó 13 años, así como al guardia. Seis niños y su profesora de historia resultaron heridos y fueron hospitalizados.
Dos estudiantes, un niño y una niña, gravemente heridos, siguen en “estado crítico”, declararon el jueves por la mañana los responsables de dos hospitales de Belgrado donde fueron ingresados.
“La juventud segada en clase de Historia”, titula el jueves en su portada el diario Vecernje Novosti. “Serbia conmocionada y llorando”, afirma por su parte el diario Danas. El instituto de Salud Mental de Belgrado abrió líneas telefónicas para prestar apoyo psicológico a los alumnos, las familias de las víctimas y los maestros. Después de una reunión de miles de personas el miércoles, la población continúa el jueves rindiendo homenaje a las víctimas frente a la escuela, donde depositan flores, juguetes, mensajes y encienden velas.