Un bebé de 1 año murió de sobredosis y otros tres chicos fueron hospitalizados después de intoxicarse con fentanilo en una guardería del Bronx, en Nueva York. Detuvieron a la dueña del lugar y a otro familiar, y buscan a su esposo en todo Estados Unidos y República Dominicana.
El caso ocurrió hace diez días y provocó una fuerte conmoción en Estados Unidos. El pequeño Nicholas Feliz Dominici y los otros tres niños (dos de 2 años y una beba de 8 meses) fueron encontrados inconscientes después de dormir la siesta en la guardería Divino Niño. Fueron trasladados de urgencia a un hospital y tratados con el medicamento Narcan, utilizado para revertir las sobredosis de opioides. Otoniel Feliz, padre de Dominici, pidió justicia por su hijo. “Lo amo, lo extraño, lo quiero de regreso. Pero no hay nada que me devuelva a mi hijo”, dijo a ABC News.
La policía luego encontró un kilo de fentanilo escondido “debajo de una estera donde los niños habían estado durmiendo antes”, dijo el detective jefe de la policía de Nueva York, Joseph Kenny. En otra habitación, los investigadores también descubrieron tres prensas utilizadas para envasar kilos de droga y más paquetes de drogas escondidos en el piso. Frank Tarentino, agente especial a cargo de la División de Nueva York de la DEA, dijo que “todos los neoyorquinos deberían estar indignados” tanto por el episodio del Bronx como por el flagelo del fentanilo a nivel nacional. “El fentanilo es un asesino”, afirmó sobre el analgésico sintético 50 veces más potente que la heroína, que está detrás de una ola de sobredosis en EEUU.