Tras revocar este lunes el Tribunal Supremo de la India la puesta en libertad de once hombres condenados a cadena perpetua por la violación grupal de una joven en Bilkis Bano en el 2002, la alta corte de Bombay ha descartado un caso de violación de una niña de 13 años. El tribunal concedió la fianza al hombre de 26 años acusado de violar a la menor debido a que la jueza estimó que la relación fue consensuada y «producto del amor», informaron a Efe fuentes judiciales.
"Parece que el supuesto incidente de relación sexual se debe a la atracción entre los dos jóvenes y no se trata de que el solicitante (de la fianza) haya sometido a la víctima a una agresión sexual por lujuria”, observó el tribunal en el dictamen emitido ayer y publicado este sábado.. De acuerdo con el dictamen de la jueza Urmila Joshi-PhalkeE, «el denunciado también es de una tierna edad de 26 años y la unión fue por amor".
La decisión de la jueza, que respondía a la solicitud de fianza del acusado, se enfrenta con el parámetro legal de la India, que establece en 18 años la edad de consentimiento a la que una mujer (no hay edad limite para varones) se considera legalmente capaz de aceptar el matrimonio o consentir relaciones sexuales. El caso corresponde a la denuncia del padre de la menor, que notificó a las autoridades la desaparición de su hija después de que esta saliera, con la excusa que ir a buscar un libro, el 20 de agosto del 2020.
La niña abandonó el hogar cargando con varios objetos de valor y dijo luego a las autoridades que ella y su vecino (el acusado) mantenían una relación romántica y que se marchó con la promesa de casarse. Aunque el tribunal reconoce que el testimonio de la niña sobre el consentimiento sexual es irrelevante debido a su edad, sí admitió, en cambio, su declaración de voluntariedad para escapar del hogar.
La ley contra los abusos sexuales de niños tiene menos de dos décadas de vigencia en la India, el país con la mayor densidad de niños y adolescentes del mundo. Buena parte de los casos de abuso sexual en la India son notificados por los propios padres, después de que las niñas escapen de sus casas para huir con sus parejas o para evitar un matrimonio acordado.