El embajador de Israel, Gilad Erdan, trituró en directo la carta fundacional del organismo antes de conocerse la votación en la Asamblea General, este viernes, que por abrumadora mayoría se mostró a favor de la integración plena de Palestina al organismo, aunque con nueve votos en contra, como el de la Argentina.
Erdan realizó el drástico gesto durante un discurso ante el plenario de la ONU, donde dijo que una sesión como esa significaba el fin de los principios que inspiraron la creación de la organización. Poco antes había enarbolado ante los delegados una foto del líder de Hamas, Yahya Sinwar, y dijo que otorgar a Palestina la condición de Estado significaba que ese hombre sería su nuevo presidente, lo que equivalía a “dar todos los privilegios al futuro Estado terrorista de Hamas”.
La resolución, presentada por Emiratos Árabes Unidos, fue aprobada por 143 países, 25 se abstuvieron y nueve votaron en contra, entre estos Estados Unidos, Israel, Argentina, República Checa o Hungría. "He estado en esta tribuna centenares de veces, a menudo en circunstancias trágicas, pero ninguna comparable a la que mi pueblo vive actualmente", dijo el embajador palestino en la ONU, Riyad Mansour. "Ni nunca por un voto más importante que hoy, histórico", agregó con la voz quebrada por la emoción.
La Autoridad Palestina, desde Ramala, aseguró que el resultado demuestra que Palestina "merece ser miembro pleno" de Naciones Unidas. En cambio, el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Israel Katz, afirmó que el voto simbólico recompensa a Hamas y a "la violencia".
La decisión "recompensa a los asesinos y a los violadores de Hamás y menoscaba los esfuerzos para liberar a los rehenes" en manos del movimiento islamista palestino desde el 7 de octubre, escribió Katz en la red social X. "El mensaje que envía la ONU a una región llena de dolor es que la violencia es rentable", agregó.