El periodista del Wall Street Journal Evan Gershkovich fue detenido en marzo de 2023 cuando realizaba un reportaje en la ciudad de Ekaterimburgo, en los Urales y desde entonces permanece recluido en la tristemente célebre prisión de Lefortovo, en Moscú.
En un comunicado emitido el jueves, la Fiscalía General de Rusia le acusó de trabajar para la CIA y de recopilar información secreta sobre el fabricante de tanques Uralvagonzavod, en la región de Sverdlovsk, donde fue detenido.
Detenido injustamente
Washington ha acusado a Moscú de detener a ciudadanos estadounidenses bajo acusaciones infundadas para utilizarlos como moneda de cambio y conseguir la liberación de rusos condenados en el extranjero. El Gobierno estadounidense declaró que Gershkovich fue detenido injustamente, lo que significa que lo considera un rehén político. El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo en febrero que le gustaría ver a Gershkovich en libertad como parte de un intercambio de prisioneros.
Entre otros ciudadanos estadounidenses detenidos en Rusia se encuentra la reportera Alsu Kurmasheva, detenida el año pasado por no registrarse como "agente extranjera". Sus empleadores denunciaron que el caso contra ella tenía motivaciones políticas. El exmarine estadounidense Paul Whelan, en prisión en Rusia desde 2018 y cumpliendo una condena de 16 años por cargos de espionaje, también está presionando para ser incluido en cualquier futuro intercambio de prisioneros.
La familia de Gershkovich dijo a AFP a principios de este año que contaban con una promesa "muy personal" del presidente Joe Biden para traerlo a casa. En la prisión de Lefortovo, el reportero comparte una pequeña celda con otro preso. Todos los días da un paseo de una hora por el pequeño patio de la prisión, intenta mantenerse en forma haciendo ejercicio y depende de la fruta y la verdura que le envían sus amigos para complementar la escasa dieta de la prisión.
AFP