La activista estadounidense Aysenur Egzi Eygi, de 26 años, fue asesinada por un impacto de bala en la cabeza cuando participaba en una marcha semanal pacífica contra los asentamientos colonos israelíes en Cisjordania.
Las fuerzas israelíes reprimieron esta protesta con munición real, granadas y gases lacrimógenos. Una de las balas hirió mortalmente a la joven. Egzi Eygi fue trasladada de urgencia al hospital Rafidia de Nablus donde la ingresaron en la unidad de cuidados intensivos. Los esfuerzos médicos no lograron salvarla a causa de las graves heridas que padecía en la cabeza, según informaron fuentes médicas.
La joven trabajaba como voluntaria en el Movimiento de Solidaridad Internacional (ISM) en una campaña destinada a proteger a los agricultores palestinos de los colonos israelíes. En una breve declaración escrita de su portavoz, el Departamento de Estado dice que se trata de “una muerte trágica” sobre la que “está recopilando información de forma urgente sobre sus circunstancias” y que esperará a recogerla para pronunciarse con más detalle.
Señala que para el Gobierno de Estados Unidos “no hay mayor prioridad que la seguridad de los ciudadanos estadounidenses”, y presenta sus condolencias a la familia de Egzi. Mientras tanto, otras organizaciones humanitarias se han pronunciado sobre los peligros a los que se enfrentan los activistas en las zonas ocupadas por Israel. “Esta marcha semanal siempre se enfrenta al fuego real porque no hay manera legal para que los palestinos se manifiesten bajo régimen militar israelí en Cisjordania”, escribió en su cuenta de X Alon Lee Green, activista israelí y codirector del movimiento pacífico Standing Together.