Tiempo para las mujeres en México. Tras resultar electa en los comicios del pasado 2 de junio, Claudia Sheinbaum tomó oficialmente protesta como presidenta mexicana frente al Congreso del país. Una ceremonia en la que estuvo envuelta en gritos de apoyo de los legisladores de su bancada que coreaban "¡Presidenta!", y "Es un honor estar con Claudia hoy".
Sheinbaum protagonizó la ceremonia de transición de poder, en donde Andrés Manuel López Obrador se despidió de la banda presidencial para ceder su puesto en Palacio Nacional a su sucesora y protegida política. La banda presidencial, símbolo político del Poder Ejecutivo mexicano, fue entregada a Sheinbaum por Ifigenia Martínez, histórica lideresa izquierdista.
En su primer discurso presidencial, Sheinbaum agradeció a la ciudadanía mexicana por haberla elegido como la primera presidenta en la historia del país y afirmó que ella representa una transformación en la mentalidad popular mexicana, en la cual ahora las mujeres también pueden ser presidentas, "con 'a' al final". "Solo lo que se nombra existe", señaló.
Tras su discurso, la nueva presidenta mexicana se trasladó a Palacio Nacional para saludar a los 16 jefes y jefas de Estado que la acompañaron durante su toma de protesta, además de los 105 representantes diplomáticos y 23 miembros de organismos internacionales diversos que presenciaron el cambio de mandato en territorio mexicano. Presidentes como el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva; el colombiano Gustavo Petro; la hondureña Xiomara Castro; el chileno Gabriel Boric y el guatemalteco Bernardo Arévalo fueron algunos de los invitados de honor internacionales en la posesión de la izquierdista.
Sheinbaum promete continuar con la "cuarta transformación" y niega el "autoritarismo"
Las primeras palabras de la exalcaldesa capitalina como presidenta de la nación estuvieron marcadas por las constantes referencias a la lucha histórica por los derechos políticos de las mujeres, el combate a la corrupción y una peculiar promesa que México ya había escuchado hace seis años: "No les voy a defraudar".
"Soy madre, abuela, científica y mujer de fe y a partir de hoy por voluntad del pueblo de México, la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos (…) No les voy a defraudar, les convoco a seguir haciendo historia", dijo la mandataria, haciendo referencia a una de las líneas más recordadas del discurso de investidura de López Obrador en 2019.
Siendo la viva encarnación del legado obradorista en la política mexicana, Claudia Sheinbaum aprovechó su primer discurso presidencial para comprometerse con la construcción del "segundo piso de la cuarta transformación", apelando al nombre con el que López Obrador ha bautizado su movimiento político. Sheinbaum ha confirmado que buscará continuar con los proyectos en materia de seguridad e infraestructura iniciados por AMLO.
"Gracias, gracias, ha sido un honor luchar con usted, hasta siempre hermano, amigo compañero Andrés Manuel López Obrador", expresó la presidenta mexicana y describió a López Obrador como "el dirigente político y luchador social más importante de la historia moderna". Obrador prometió retirarse de la vida política tras la investidura de Sheinbaum.
France24 / EFE / Reuters