Para la mayoría, un beso es un gesto simple y amoroso, pero para Caroline Cray Quinn, de 25 años, originaria de Boston, Massachusetts, podría ser mortal. La joven fue diagnosticada con el síndrome de activación mastocitaria, una extraña condición que le provoca reacciones alérgicas extremas a una gran cantidad de estímulos.
Según la información publicada por el periódico británico Daily Mail, la enfermedad que padece Caroline provoca que las células de la sangre reaccionen de forma exagerada e inapropiada a ciertos alimentos, olores y otros posibles desencadenantes ambientales.
La joven solo puede comer dos alimentos. Es por eso que en caso de consumir ciertos alimentos, su cuerpo podría sufrir una reacción alérgica tan extrema que podría matarla. Además, tampoco puede tener contacto con alguien que los haya consumido porque podría correr con la misma suerte, y en este punto entra en escena la imposibilidad de besarse con otras personas sin preocuparse.
En redes sociales, la joven contó que la persona que quiera tener un momento de intimidad con ella sin provocarle un daño, debe cumplir con ciertas reglas. “Para que alguien me bese, no puede haber comido nada tres horas antes y tiene que cepillarse los dientes”, detalló.
Caroline reveló que su situación es muy extrema en comparación con la mayoría de los pacientes que padecen su misma enfermedad y por eso solo puede comer dos alimentos: avena y una fórmula nutricional especialmente preparada. Además, tiene una lista de seis alimentos más peligrosos que no puede consumir bajo ningún punto de vista porque el desenlace podría ser mortal: maní, nueces, sésamo, mostaza, mariscos o kiwi.
En caso de que la persona que quiera besarla haya consumido alguno de esos productos del grupo prohibido, tendría que esperar 24 horas antes de querer darle un beso. Actualmente, Caroline tiene un novio que adaptó su alimentación para consumir la misma dieta que ella y así y todo, debe ser muy cuidadoso al momento de besarla. ------ Pese a sus extremos cuidados, a lo largo de su vida la joven sufrió varios episodios de reacciones alérgicas, aunque fueron leves y no pusieron en riesgo su vida, como picazón en los labios, boca y lengua.
Pero no son solo los alimentos los que simbolizan un riesgo para su salud, “soy muy alérgica a los perros y a los gatos, y técnicamente supone un riesgo para mí simplemente salir de casa o ir a la playa”, reveló Caroline aunque reconoció que igualmente sale e intenta llevar una vida normal.