El Reino Unido lanzó una iniciativa innovadora que ofrecerá tratamientos con las inyecciones de pérdida de peso Ozempic (semaglutida) y Mounjaro (tirzepatida) a personas desempleadas que padecen obesidad. El objetivo de este programa es doble: reducir el impacto negativo de la obesidad en el sistema de salud pública y ayudar a las personas a reincorporarse al mercado laboral. Esta medida responde a la creciente crisis de salud en el país, donde más de dos tercios de la población sufre de sobrepeso u obesidad, un problema que representa una carga significativa para el NHS (Servicio Nacional de Salud) y la economía británica.
El primer ministro, Keir Starmer, destacó la relevancia de esta estrategia en una entrevista con la BBC. Subrayó que el uso de estos medicamentos no solo contribuirá a mejorar la salud de los individuos, sino que también aliviará la presión sobre el sistema sanitario y promoverá el retorno al trabajo. "Este tratamiento tiene un potencial enorme para quienes necesitan perder peso, y a la vez proporcionará un impulso económico al facilitar que las personas puedan reinsertarse en el empleo", explicó Starmer. Además, enfatizó que el NHS se beneficiará al reducir los costos asociados a las enfermedades relacionadas con la obesidad.
El ministro de Sanidad, Wes Streeting, fue uno de los principales defensores de esta propuesta. En un artículo publicado en The Telegraph, Streeting señaló que la obesidad representa un costo de 11 mil millones de libras al año (USD 14 mil millones aproximadamente) para el NHS, superando incluso los gastos asociados al tratamiento de enfermedades derivadas del tabaquismo. Argumentó que el uso de inyecciones como Mounjaro y Ozempic podría tener un impacto transformador en la salud pública al suprimir el apetito y mejorar la saciedad, lo que facilita la pérdida de peso.
Como parte del plan, el gobierno firmó un acuerdo con la farmacéutica Lilly, que invertirá 279 millones de libras (USD 362 millones) en el Reino Unido para el desarrollo de nuevos tratamientos y estudios sobre el impacto de las inyecciones en la reincorporación laboral. Un estudio de cinco años liderado por Health Innovation Manchester evaluará los efectos del uso de Mounjaro en la empleabilidad de las personas y en la reducción de la demanda de servicios sanitarios. Además, se espera que alrededor de 250 000 personas reciban este tratamiento en los próximos tres años. Sin embargo, las autoridades indicaron que la implementación del programa será gradual para garantizar su eficacia y accesibilidad.
El plan también incluye el desarrollo de aplicaciones móviles que ayudarán a los pacientes a controlar su peso, así como la posibilidad de establecer una base de fabricación de medicamentos contra la obesidad en el Reino Unido. Peter Kyle, responsable de Ciencia y Tecnología, afirmó que este proyecto posiciona al país como un líder en la investigación de soluciones innovadoras para el tratamiento de la obesidad.