El mandatario está fuera de peligro, pero debe practicarse una serie de exámenes antes de retomar plenamente sus funciones. El mandatario brasileño, quien ha enfrentado varios problemas de salud en el último tiempo, fue hospitalizado desde el pasado lunes 9 de diciembre para tratar una hemorragia intracraneal, y fue dado de alta este domingo.
Da Silva, fue operado nuevamente después de su cirugía de emergencia para drenarle un hematoma en la cabeza, informó el miércoles 11 el hospital. Su equipo de médicos aclaró que el líder progresista debe permanecer en Sao Paulo hasta el jueves para exámenes de control. "El presidente recibió el alta hospitalaria pero no el alta médica. Aún son necesarios algunos exámenes de control, como una tomografía a la que será sometido el jueves, antes de que pueda regresar a Brasilia", informó su doctor personal, Roberto Kalil, en una rueda de prensa.