El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil expresó su rechazo e indignación ante el trato recibido por 88 ciudadanos brasileños deportados desde Estados Unidos. Según un comunicado oficial, los deportados fueron sometidos al uso indiscriminado de esposas y cadenas durante el vuelo de repatriación, lo que constituye una violación flagrante de los términos acordados entre ambos países.
El uso indiscriminado de esposas y cadenas viola los términos del acuerdo con EE.UU., que prevé un tratamiento digno, respetuoso y humano de los repatriados”, afirmó la cancillería brasileña, citada desde Mercopress. El incidente ocurrió cuando un avión de la Fuerza Aérea estadounidense, que transportaba a los deportados, realizó un aterrizaje de emergencia en Manaos, Estado de Amazonas.
En este sentido, las autoridades brasileñas prohibieron la continuación del vuelo hacia Belo Horizonte tras constatar el uso de esposas y cadenas, el mal estado de la aeronave y la revuelta de los deportados nacionales a bordo ante el trato indigno recibido. En respuesta, se envió un avión de la Fuerza Aérea Brasileña para completar el trayecto, asegurando que los pasajeros viajaran sin restricciones.
El presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Pacheco, enfatizó la necesidad de establecer nuevos procedimientos para evitar la repetición de tales incidentes. “El respeto a la dignidad humana es un concepto consagrado en un mundo civilizado y democrático”, declaró Pacheco, según la Agencia Brasil.
Mientras que por su parte, el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, ordenó la retirada inmediata de las esposas a los deportados al aterrizar en Brasil y subrayó que el uso de tales restricciones representa una “falta de respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos brasileños”.
Además, con el inicio de la segunda presidencia del magnate republicano, el incidente con los deportados brasileños podría iniciar un potencial conflicto diplomático entre Estados Unidos y Brasil, la principal potencia y líder regional en Sudamérica. Consultado recientemente sobre si establecería comunicación con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Trump evitó responder de manera directa, lo que fue interpretado como una señal de desdén hacia el mandatario brasileño y la región.
De acuerdo a analistas, este panorama contrasta con un supuesto favoritismo que Trump podría tener esta oportunidad hacia países como Argentina o El Salvador, con Javier Milei y Nayib Bukele alineados con sus posturas políticas, mientras que líderes “opositores” como Lula en Brasil o Petro en Colombia podrían enfrentar políticas más hostiles por parte de la Casa Blanca.
Desde la reanudación de los vuelos de deportación en 2018, Brasil recibió a miles de ciudadanos repatriados desde Estados Unidos. Sin embargo, este es el primer incidente de tal magnitud que genera una protesta diplomática formal. El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva expresó su intención de revisar los acuerdos de repatriación vigentes y buscará garantizar que los derechos humanos de sus ciudadanos sean respetados en futuros procedimientos.
EM