El 23 de marzo, un convoy de vehículos de emergencia fue interceptado por miembros del Ejército israelí en la Franja de Gaza, lo que provocó que 15 rescatistas fueran asesinados y enterrados en una fosa improvisada a un lado de la carretera ese día. Israel argumenta que se trataba de "terroristas" de Hamás, pero un video de esa madrugada cuestiona esa narrativa y apunta a una masacre.
La polémica y la indignación internacional acorrala al Ejército de Israel de nueva cuenta, semanas después de que algunos de sus soldados abrieran fuego a discreción en contra de un convoy de rescatistas -socorristas y paramédicos- palestinos que iban a auxiliar a civiles heridos por los bombardeos israelíes en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, la madrugada del 23 de marzo.
Los hechos ocurrieron secuencialmente en un período de horas antes del amanecer. Un primer convoy con nueve rescatistas que se dirigía a atender a las víctimas de los bombardeos fue interceptado y el paradero de sus ocupantes, hasta ese momento, era desconocido; fue allí cuando las organizaciones sanitarias que aún funcionan en Gaza decidieron enviar otro contingente para descubrir que había sucedido con sus colegas, temiendo un encuentro violento con soldados israelíes.
"La información disponible indica que el primer equipo fue abatido por las fuerzas israelíes el 23 de marzo, y que otros equipos de emergencia y ayuda fueron alcanzados uno tras otro durante varias horas mientras buscaban a sus colegas desaparecidos", sostuvo un portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) en Palestina.
Ante el silencio de ambos contingentes, días después, se conoció la realidad de su paradero, cuando funcionarios de la Media Luna Roja Palestina y Naciones Unidas desenterraron los cuerpos de 15 de sus colegas de una fosa común improvisada a un lado de la carretera, además de visualizar sus vehículos aplastados por bulldozers.
En total, los trabajadores de emergencias que atendieron a los diferentes llamados ese día fueron 17. Dos de ellos fueron detenidos, y aunque uno de ellos ya fue liberado – el único superviviente conocido hasta la fecha – el otro rescatista sigue desaparecido. Ocho de las víctimas fueron identificadas como médicos de la Meda Luna Roja Palestina; cinco eran trabajadores de la Defensa Civil y uno era un empleado de las Naciones Unidas.
La Media Luna Roja acusa a Israel de arremeter indiscriminadamente en contra de los funcionarios y voluntarios sanitarios – lo que sería considerado un crimen de guerra – mientras que Israel defiende que los rescatistas asesinados eran "terroristas" de Hamás que utilizan indumentaria médica para despistar a los soldados. (...)
France24