El Tribunal Oral Federal N°2 de Salta condenó el miércoles pasado al exinspector de la Delegación Salta de la Policía Federal, Juan Carlos Alazugaray, a 5 años de prisión como autor del delito de imposición de tormentos agravado por ser la víctima, José Eduardo Porcel (h), un perseguido político.
Con el voto unánime de Federico Díaz (presidente), María Cataldi y Gabriela Catalano, el tribunal declaró también que el delito juzgado es un crimen de lesa humanidad. Por otro lado, absolvió al expolicía de la acusación de privación ilegal de la libertad agravada por aplicación del beneficio de la duda. Este jueves 22 de agosto darán a conocer los fundamentos de la decisión.
Los hechos imputados a Alzugaray se registraron el día 18 de enero de 1975, cuando Porcel fue detenido sin orden judicial por efectivos de la Policía de la provincia en el kilómetro 13 de la ruta nacional N°9, en el trayecto entre la ciudad de Salta y Tucumán, en el marco de un control policial. De acuerdo con la acusación, el joven militaba en la Juventud Peronista y el día de su detención se dirigía a Tucumán por un viaje de estudio, pero terminó en la Central de Policía, en la capital salteña, donde fue interrogado por sus vinculaciones con otros dirigentes partidarios, considerados disidentes políticos.
Posteriormente, fue derivado a la Delegación Salta de la Policía Federal, donde se repitió la situación, aunque en este caso fue sometido a torturas por personal de esa fuerza, en particular por Alzugaray. Luego, fue a parar al penal provincial de Villa Las Rosas, donde quedó alojado en calidad de detenido “a disposición del Poder Ejecutivo Nacional”.
El 1° de abril, en tanto, fue trasladado con los ojos vendados hasta Tucumán, por una supuesta orden del juez federal de esa provincia, y fue alojado en el centro clandestino de detención denominado “La Escuelita”, en la localidad de Famaillá, donde fue sometido a distintos tipos de torturas.
Siempre según la acusación, Porcel recorrió diferentes unidades carcelarias del país, donde fue sometido a tratos crueles, inhumanos y degradantes. Entre otros penales, estuvo en la cárcel de “Villa Urquiza” de Tucumán, en la de Rawson y en la ciudad La Plata. El 19 de noviembre de 1982, siete años después de ser detenido en Salta, fue puesto bajo el régimen de libertad vigilada y recuperó plenamente su libertad el día 21 de septiembre de 1983. En función de este derrotero, la fiscalía enmarcó los hechos en el plan sistemático de represión ilegal implementado durante el terrorismo de estado e individualizó a Alzugaray como uno de los responsables. ( ... )
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