El Gobierno derogó este viernes el decreto firmado durante la administración de Mauricio Macri que permitía la importación de residuos de otros países sin certificado de inocuidad.La resolución publicada en el Boletín Oficial lleva las firmas del presidente Alberto Fernández, del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y de los ministros Juan Cabandié (Medio Ambiente) y Matías Kulfas (Desarrollo Productivo). Mientras se resuelve el tema de fondo, se volverán a implementar las leyes al respecto que estaban vigentes desde 1992 y 1993. Durante los tres meses que estuvo en vigencia la norma ingresaron al país alrededor de "40 mil toneladas" de desechos, informaron fuentes oficiales.
La derogación fue celebrada por la organización ecologista Greenpeace, que sostuvo que la norma "no sólo era inconstitucional, ya que implicaba una clara violación al principio de no regresividad ambiental contemplado por la Constitución, sino que también era ilegal bajo el derecho internacional y suponía un riesgo para el ambiente, la salud y las fuentes de trabajo asociadas al reciclaje". "Es una gran medida, Argentina no podía convertirse en el basurero del mundo. Lo que realmente hay que atender es el gran problema socio ambiental que generan los residuos en nuestro país.
En la actualidad, no podemos gestionar los propios desechos que generamos, por lo que recibir más de otros países resultaría irrisorio", sostuvo Leonel Mingo, coordinador de la campaña de clima y energía de Greenpeace Argentina. La organización consideró que se debe implementar un correcto tratamiento de residuos en el país, que incluya la separación, recuperación, reciclaje y compostaje; y que descarte técnicas nocivas para el ambiente y la salud, como la incineración de residuos.
“Experiencias de otros países nos demostraron que, si se avanzaba con este decreto, alrededor del 90% de estos residuos terminarían en rellenos sanitarios o en las plantas de incineración que el Gobierno de la Ciudad pretende instalar. Con o sin decreto, la incineración no es una medida viable que se sustente en la correcta gestión de residuos, sólo traerá más tóxicos y consecuencias nocivas para la salud de los vecinos”, agregó Mingo. Fuente: Greenpeace