Alberto y Cristina coincidieron en que gobernar es administrar tensiones y se posicionaron en el mismo lugar, al lado de las grandes mayorías. No ocultaron sin embargo sus diferencias.
El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner volvieron a encontrarse este viernes en el acto de celebración por los 100 años de YPF después de meses de distanciamiento. La interna del Frente de Todos se abrió tras la derrota en las elecciones Legislativas del año pasado y se profundizaron a partir del acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reestructurar la deuda de más de 44 mil millones de dólares contraída por el gobierno de Mauricio Macri.
Coincidieron en que el gran problema en la Argentina es la puja distributiva y el lugar en que cada dirigente se para frente a esa disputa. Y es precisamente la puja distributiva la que los une. La que los encuentra del mismo lado. Pero en esa unidad los separa la velocidad y profundidad de los cambios que proponen.
"Debemos centrarnos en que gobernar es administrar esas tensiones en favor de las grandes mayorías. El que quiera gobernar la Argentina sin tensiones ni conflicto, que se postule a la presidencia de Suiza”, señaló la vicepresidenta. Y puso como ejemplo el fabuloso negocio que representa para Techint la construcción del gasoducto Néstor Kirchner.
Por eso reclamó que se le exija a la empresa de Paolo Rocca invertir más en la Argentina y sustituir importaciones que trae desde una de las empresas subsidiarias radicadas en Brasil. "Que traigan y produzcan en la Argentina la chapa laminada que hacen en Brasil”, graficó y señaló: “No podemos darles 2 mil millones de dólares para que se paguen a ellos mismos, a una subsidiaria. No les pedimos que pierdan plata”, dijo.
Y en ese momento le pidió al presidente Fernández que “use la lapicera con los que tienen que darle cosas al país”. A su vez el Presidente coincidió que la gran diferencia en política es de qué lado se para cada uno. Y en este punto dejó en claro que quienes forman parte del Frente de Todos no tienen dudas de qué lado de la puja distributiva se paran, si junto a las grandes mayorías o a los poderes concentrados de la Argentina.
"En todas las sociedades hay interese que entran en tensión y la política significa resolver esas tensiones. Hay quienes quieren defender intereses populares y los que quieren defender los intereses de unos pocos", señaló el mandatario y repasó precisamente lo que pasó con YPF durante la gestión de Macri. "Entre 2015 y 2019 YPF fue cediendo su espacio en el mercado a favor de otros. Declinó la producción de gas y de petróleo cada uno de esos cuatro años, cayeron las reservas, cayó la exploración, cayó la explotación y lo único que creció en YPF durante esos años fue la deuda. Manejaron YPF con la misma lógica que gobernaron el país", describió.
Coincidió con Cristina: "Es indecente que la ganancia sólo quede en unos pocos y que la pobreza se distribuya entre muchos". Y reclamó una vez más la unidad del oficialismo para alcanzar los objetivos comunes que tienen más allá de las distintas estrategias y velocidades que plantea cada uno. "Para que YPF siga siendo la YPF que tenemos hoy necesitamos que no se adueñen del poder los que manejan la Argentina como si fuera una estancia propia y por eso es que lo que más necesitamos hacer es aunar esfuerzos. Trabajar en unidad los que sentimos un deber moral con los más necesitados, primero los últimos, nadie se salva solo", concluyó. m1