Una vez más, el macrismo volvió a quedar expuesto en sus contradicciones por la doble vara que utilizan sus dirigentes respecto a los empleados del Estado sobre la asistencia a sus lugares de trabajo. En las últimas horas salió a la luz la repudiable situación del diputado Gustavo Santo quien, con sus actos, contradice los supuestos valores que tienen en Juntos por el Cambio.
Por este motivo, para disminuir el peso del escándalo, el bloque PRO de la Cámara de Diputados evaluará en los próximos días la posibilidad de aceptarle la renuncia al cordobés Gustavo Santos, integrante de esa bancada, quien se desempeñó como ministro de Turismo durante la presidencia de Mauricio Macri.
Esto sucede luego de que se conociera que desde hace diez meses el legislador vive en Madrid. Santos quedó en evidencia, a partir de la falta de votos opositores en el recinto, ya que su ausencia no les permite sumar el apoyo necesario porque cuentan con un legislador menos Ahora, el jefe del bloque PRO, Cristian Ritondo, evalúa aceptar su renuncia para reemplazarlo y contar con un voto más de cara a la sesión que se viene por la nueva Ley de Alquileres.
Una investigación periodística del diario Página12 reveló que el legislador, que tiempo atrás tomó licencia para radicarse en Madrid por un cargo en la Organización Mundial de Turismo -donde cobra 17 mil euros por mes- mantiene parte de su estructura económica como diputado. Si bien no cobra su dieta, mantuvo los siete empleados asignados a su despacho y la percepción por el ítem “desarraigo”.