El impacto del ajuste libertario se pofundiza en las provincias. En el pueblo misionero tuvo un estallido escalonado y el distrito se mantiene paralizado. Rechazo de las fuerzas a la oferta del 20% de aumento de la gobernación, y tensión con las fuerzas federales. Se suman profesionales de la Salud, judiciales y sector yerbatero.
La crisis de Misiones se encuentra en una semana clave. Puede resolverse el conflicto con policías y docentes, o que los reclamos se expandan a otras provincias donde la situación de esta Argentina de ajuste, inflación alta y salarios bajos, golpea con fuerza a los sectores sociales.
Mientras el Comité de Crisis creado por el Gobierno nacional no tiene ninguna incidencia en el aumento de la conflictividad social en Misiones, el Gobierno provincial bajo el mando de Hugo Passalacqua ensaya negociaciones que aún no tienen resultados positivos. Representantes de la Policía de Misiones y la Penitenciaría Provincial se reunieron en mesa de diálogo en el edificio de la Jefatura de la Policía, con funcionarios provinciales, pero no hubo acuerdo.
“Ofrecieron un 20%. Es una vergüenza. ¿Sabe cuánto significa el 20%? Es 80 mil pesos para un agente. Es irrisorio y no va a solucionar nada”. Las palabras pertenecen a Ramón Amarilla, efectivo retirado que se puso al frente del reclamo de las fuerzas de seguridad, que acamparon y fueron recibiendo más adhesiones: los docentes (que también tienen su propia lucha), personal de salud, e incluso productores como los yerbateros.
Como informó Tiempo, hace cuatro días las fuerzas de seguridad locales junto a efectivos retirados sostienen una huelga y acuartelamiento en el Comando Radioeléctrico ubicado en avenida Uruguay, de la ciudad de Posadas. Las imágenes son contundentes: las calles permanecen cortadas y ocupadas por patrulleros, ambulancias y vehículos particulares. También se armaron carpas y se dispusieron carteles en referencia a los reclamos.