Los riojanos estatales están entre la espada y la pared. Miran con absoluta desconfianza la posibilidad de recibir bonos como parte de aumentos salariales, pero saben que desde que la Legislatura de La Rioja aprobara, el 18 de enero pasado, la creación del Bono Cancelación de Deuda (BOCADE), denominado "El Chacho", en homenaje al caudillo Ángel Vicente Peñaloza, era una cuestión de tiempo hasta que el gobernador del Frente de Todos, Ricardo Quintela, decidiera incluirlos para que comiencen a circular en la vida diaria de los riojanos.
Este fin de semana, Quintela, afirmó que los BOCADE verán la luz con los incrementos de sueldos recientemente anunciados para los estatales y funcionarios riojanos. Aún no hay demasiadas precisiones de parte del equipo económico del "gitano" Quintela, pero el propio gobernador sostuvo que "se puede establecer un mínimo para todos los empleados, pero en la quincenita, tal vez los 20 mil pesos en la quincenita (que sean 20 mil en bonos o 10 mil en bonos), lo que sí, todo el Ejecutivo tendrá un porcentaje entre un 10% y 15% en bonos, digo esto para que empiecen a familiarizarse con el bono, con el buen funcionamiento del bono".
Una cuasimoneda que marca la profundidad del ajuste de la administración central de Javier Milei, de la implementación a rajatabla el lema "no hay plata", y de los problemas financieros estructurales que tiene la provincia de La Rioja que se ubica cuarta en el ranking de territorios con mayor cantidad de empleados estatales, superada por Misiones, Chubut y Santa Cruz, provincias que, por la otra cara de la moneda, enseñan números superiores a La Rioja con respecto al empleo privado que en la provincia gobernada por el Frente de Todos es casi una rareza.
Para qué se utilizarán los "Chachos"
Según la ley provincial los Chachos se utilizarán para cubrir el 30% del salario de los trabajadores de la administración pública, mientras que el restante 70% se cobrará en pesos. Además, el bono tendrá circulación en los comercios de La Rioja y servirá para pagar impuestos.
Tanto el Estado municipal, como en empresas y en entidades descentralizadas y autárquicas están obligadas a aceptar la cuasimoneda "en cancelación total o parcial de sus créditos en dinero". Al comenzar a circular los Chachos, La Rioja de Quintela hará realidad uno de los objetivos de Milei puesto de manifiesto en declaraciones periodísticas previas y a partir de la octava revisión del acuerdo con el FMI, por el cual comenzará la transición hacia un nuevo régimen monetario que involucra la competencia de monedas.
Un sistema por el cual, el peso, en la actualidad es la moneda de curso legal del país, competirá libremente con otras monedas. Entonces, los individuos podrán elegir de forma libre con qué moneda realizar las transacciones cotidianas. Y, por último, pero no menos importante, la decisión de Ricardo Quintela generará una ayuda inestimable al combate a la inflación si se siguen los lineamientos de la escuela austríaca de economía.
Según el economista, Friedrich Von Hayek, uno de los teóricos más admirado por Javier Milei, el monopolio estatal de la emisión monetaria es causa de la inflación, por lo que la competencia de monedas sería el procedimiento ideal para librarnos de la indexación inflacionaria. La rebeldía de Ricardo Quintela terminará por diluirse entre las fuentes libertarias que guían el accionar de Javier Milei