Las cuarentenas en todo el mundo obligan a que las personas dependan más de Internet para comunicarse, trabajar, aprender y entretenerse.
En España, uno de los países más afectados por la pandemia del coronavirus, y cuya población está en confinamiento obligatorio desde el 15 de marzo, el tráfico de Internet se reduce sólo a horas 20.00
A esa hora las personas en todo el país europeo van a sus ventanas para animar a los trabajadores de salud y otros que están ayudando a manejar la crisis, un gesto que se repite en ciudades de la Argentina pero a las 21.00.
Ni en España ni en la Argentina se llegaron, por ahora, a los extremos adoptados a fines de enero en China. En ese país, donde se originó la pandemia, el gobierno bloqueó algunas provincias para contener la propagación del coronavirus, y la velocidad promedio de Internet disminuyó a medida que las personas que estaban atrapadas en el interior se conectaban más y obstruían las redes. En la provincia de Hubei, el epicentro de las infecciones, las velocidades de banda ancha móvil se redujeron en más de la mitad.
A mediados de febrero, cuando el virus golpeó a Italia, Alemania y España, las velocidades de Internet en esos países también comenzaron a deteriorarse. A medida que se extendía una ola de pedidos a domicilio en todo los Estados Unidos, el tiempo promedio que llevó descargar videos, correos electrónicos y documentos aumentó a medida que las velocidades de banda ancha disminuyeron un 4.9% con respecto a la semana anterior, según datos de Ookla, un servicio de prueba de velocidad de banda ancha.
El video, un monstruo grande que pisa fuerte
La velocidad media de descarga cayó un 38% en San José, California, la capital del Silicon Valley, y un 24% en New York, según Broadband Now, un sitio de investigación de banda ancha para consumidores.
Las cuarentenas en todo el mundo obligan a que las personas dependan más de Internet para comunicarse, trabajar, aprender y entretenerse. Pero a medida que el uso de YouTube, Netflix, la aplicación de videoconferencia Zoom, las llamadas de Facebook y los videojuegos aumentan a nuevos niveles, el estrés en la infraestructura de Internet comienza a mostrarse en Europa y los EE. UU., y el tráfico está lejos de su pico.
Para evitar problemas, los reguladores europeos presionaron a las compañías de transmisión como Netflix y YouTube para que reduzcan el tamaño de sus archivos de video para que no ocupen tanto ancho de banda. En los Estados Unidos, los reguladores han dado a los operadores inalámbricos acceso a más espectro para reforzar la capacidad de sus redes.
En la Argentina, servicios como Netflix y YouTube informaron al Gobierno nacional la disminución de la definición en sus contenidos, reduciendo la calidad de las transmisiones de HD a SD, para garantizar la conectividad de todos los ciudadanos.
YouTube, propiedad de Google, fue más allá: anunció que reduciría la calidad de sus videos de alta definición a definición estándar en todo el mundo. Disney retrasó dos semanas el inicio de su servicio de transmisión Disney Plus en Francia, y Xbox de Microsoft solicitó a las compañías de juegos que introdujeran actualizaciones en línea y nuevos lanzamientos solo en ciertos momentos para evitar la congestión de la red.
Los proveedores de servicios de Internet como Telefónica, Telecom y Claro, construyeron sus redes durante años para dar cuenta de la demanda creciente. Pero nunca habían visto un aumento tan repentino y abrupto.
Por causa de la pandemia del coronavirus, el crecimiento que la industria de las telecomunicaciones esperaba tomar un año está ocurriendo en días. En Europa, el tráfico de Internet a los hogares a través de líneas fijas aumentó más del 30%, según Telefónica.
Internet y sus embotellamientos
Si trabajas desde tu casa durante el aislamiento social preventivo obligatorio que rige en la Argentina desde el 20 de marzo por causa de la pandemia, posiblemente hayas notado fallas técnicas.
Por ejemplo, que la cara de un compañero de trabajo se congeló en una reunión vía Zoom, o viste un video de YouTube que parecía más granulado de lo normal. Esto puede ser una señal reveladora de que Internet está luchando para soportar un aumento sostenido y sin precedentes en el uso de millones de usuarios de computadoras confinadas en sus hogares.
El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, admitió esta semana que su compañía, que también es propietaria de Instagram y WhatsApp, "solo está tratando de mantener las luces encendidas" a medida que el uso en sus aplicaciones y plataformas se dispara a niveles récord.
Pero hay una distinción entre lo que sucede en Internet en su conjunto y lo que sucede en plataformas como Zoom, YouTube y Facebook. Internet en sí es una red robusta y resistente que fue diseñada de manera específica para adaptarse a grandes picos en el tráfico como el que estamos viviendo.
La Red no es como tu automóvil, que si funcionara a una velocidad alta durante un período prolongado de tiempo, es más probable que sufra problemas mecánicos que le impidan la marcha.
Internet es altamente escalable y, a medida que aumenta el tráfico, la red puede enrutar esos datos de diferentes maneras para mantener las conexiones de todos a toda velocidad. No es diferente a conducir autos alrededor de un embotellamiento de tráfico, excepto que el equivalente a Internet de los autos son paquetes de datos.
De hecho, los principales jugadores como Netflix y Google tienen sus propios servicios de entrega de contenido que acortan las distancias que sus datos tienen que recorrer a través de Internet, lo que hace que sus servicios funcionen más rápido.
¿La cuarentena por la pandemia afectará a la nube informática?
Si consideramos que la pandemia podría durar muchos meses más, el futuro de la conectividad a Internet parece incierto. La Red es lo suficientemente resistente como para adaptarse y soportar los picos en el tráfico. Sin embargo, las aplicaciones y plataformas que dependen de esa infraestructura parecen un poco más inestables.
Esta es la razón por la cual compañías como Netflix y Google han reducido la calidad de la transmisión de videos a medida que la demanda de ancho de banda continúa aumentando.
Facebook hizo lo mismo con los videos de Facebook Live, que están viendo un tráfico récord. De hecho, la red social dijo en una publicación de blog que "el crecimiento del uso no tiene precedentes en toda la industria" y que "está experimentando nuevos registros de uso casi todos los días".
Mientras tanto, la nube, esa figura que ilustra a la red de máquinas que trabajan en segundo plano y que mantienen en funcionamiento muchos de estos sitios web y aplicaciones en línea, parece estar manejando bastante bien todo este tráfico nuevo.
Amazon Web Services (AWS), la compañía de computación en la nube más grande del mundo, está diseñada para adaptarse a la capacidad de crecimiento, al igual que Internet. Muchos de sus servidores pueden ejecutarse de forma remota y aumentar o disminuir automáticamente.
Entonces, si hay un aumento en el tráfico, AWS puede activar servidores adicionales que luego manejan el aumento en los datos y se adaptan a la mayor demanda.Luego está todo el software colaborativo basado en la nube que se ha vuelto esencial desde que todos comenzaron a trabajar desde casa.
Microsoft reveló recientemente que su software Teams, que está diseñado para mensajería, colaboración y videoconferencia, creció de 32 millones a 44 millones de usuarios entre el 11 y el 18 de marzo. Eso representa un crecimiento del 37.5 por ciento en una sola semana. Pero a partir de ese aumento en los usuarios, Teams comenzó a ver interrupciones casi diarias, según el servicio Downdetector.
Internet se supone que es a prueba de bombas. Hay una vieja versión sobre cómo se construyó la Red para sobrevivir a una guerra nuclear, lo cual es un mito, aunque el sentimiento se mantiene.
Ya sea que haya sido diseñado para sobrevivir a un apocalipsis nuclear o no, se necesitará mucho más que millones de reuniones de WhatsApp o Zoom y transmisiones de Netflix para derribar Internet.
FUENTE: IPROFESIONAL.COM