Ciara Duffy fue la líder de la investigación de la Universidad de Australia Occidental. Explicó: “El veneno redujo selectiva y rápidamente la viabilidad del cáncer de mama triple negativo”. “Miramos cómo el veneno de las abejas y la melitina afectan las vías de desarrollo del cáncer”. “La melitina modulaba las vías de las células cancerígenas, suprimiendo la activación del receptor que se expresa comúnmente en exceso”, recalcó la doctora Duffy.
Para el estudio, los científicos durmieron a las abejas con dióxido de carbono y las mantuvieron en hielo hasta que el veneno pudiera ser extraído. El grupo de investigadores utilizó las abejas melíferas de Perth (Australia), así como de otras poblaciones de Irlanda e Inglaterra. Duffy y sus colegas estudiaron informes sobre el veneno de abeja en los años 50. En ese entonces se comprobó que éste redujo el crecimiento de tumores. Los análisis continuarán para conocer el mejor método de administración de melitina, así como las dosis máximas recomendadas.