El objetivo es evitar el costo político que implicaría para la gestión de Mauricio Macri la quiebra de la compañía y el despido de más de 400 trabajadores. El plan sería quedarse con la refinería de San Lorenzo, en Santa Fe. ¿Quién se adueñaría de las 350 estaciones de servicio?
Con los tres interventores designados por la Justicia para delinear el futuro de Oil Combustibles S.A (OCSA) todavía acomodándose en sus sillones, desde el Gobierno ya comenzó el "operativo rescate" de la petrolera de Cristóbal López. Para tal fin, el instrumento que en algunos despachos consideran el más adecuado es YPF.
La petrolera estatal es vista como una alternativa para evitar el costo político que generaría el cierre de la compañía, que hoy emplea a más de 400 trabajadores, posee una refinería y una red cercana a las 350 estaciones de servicio.
La primera pista la dio el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, quien viajó desde su provincia a Capital Federal para reunirse con el presidente de YPF, Miguel Gutiérrez. En el encuentro, que se llevó a cabo en la sede de la petrolera estatal en Puerto Madero, el mandatario provincial le propuso al directivo que la firma tome el control de Oil Combustibles, de su refinería de la localidad santafesina de San Lorenzo y de su dotación de personal.
El interés de YPF no llega a la red de 350 estaciones, que podría quedar bajo el mando de otro grupo petrolero, local o extranjero, como el ruso Lukoil o el holandés Trafigura, dueños en el país de la marca Puma. En el caso de la refinería de San Lorenzo, hoy día se encuentra jaqueada por las deudas, paralizada operativamente y con destino de quiebra, salvo que se ponga en marcha un ambicioso plan de salvataje.
En este sentido, el fondo OP Investment, a cargo de la petrolera y de otras empresas del ex Grupo Indalo, planteó a la Justicia comercial varias iniciativas para intentar reflotarla. Pero se encontró con el rechazo de la AFIP y de los interventores.