Los ciudadanos de Bolivia fueron a votar en las elecciones presidenciales y, tal como habían anticipado los sondeos previos, tras dos décadas de triunfos electorales, el Movimiento al Socialismo (MAS) perderá su liderazgo. El senador y exalcalde de Tarija, el centrista Rodrigo Paz, se consagró como ganador con el 32% de los votos, seguido por el expresidente entre 2001 y 2002, Jorge “Tuto” Quiroga, que se quedó con el 26% del apoyo popular.
Con el 78% de las mesas escrutadas, como ninguno alcanzó el piso de 50% o una diferencia de 10 puntos con el 40% de los votos, habrá un balotaje entre los candidatos el 19 de octubre, el primero en la historia del país.
Estos resultados se dan en el marco del conflicto de los dos principales dirigentes del MAS: el expresidente Evo Morales y el actual mandatario Luis Arce. Los dos candidatos vencedores mantuvieron a lo largo de la campaña un discurso enfocado en la necesidad del ajuste, el cierre de empresas estatales deficitarias, el equilibrio fiscal, y la apertura a las inversiones extranjeras.
El candidato más votado, del Partido Demócrata Cristiano, es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993) aunque no nació en Bolivia, sino en España durante el exilio de su padre, quien pertenecía al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) durante la dictadura militar boliviana. Los analistas señalan que logró captar los votos de Jaime Dunn, un economista outsider de tendencia liberal, quien quedó inhabilitado por el Tribunal Supremo Electoral por deudas pendientes con el Estado.
En la mayor parte del país, los votantes pudieron emitir su decisión sin mayores complicaciones. El único punto de tensión estuvo en la región llamada "el Trópico de Cochabamba”, un bastión clave de Morales. El diario local El Deber reportó: “De golpe empezaron a tirar piedras, todo fue muy rápido y violento. Estoy buscando a nuestro fotógrafo, que por todo este lío quedamos separados”.
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