A menos de tres semanas de las elecciones, Axel Kicillof recibió a Héctor Daer, Hugo Moyano y su hijo Hugo Antonio Moyano. La foto del encuentro, difundida por los propios protagonistas, buscó enviar un mensaje político hacia dentro del peronismo y hacia la interna de la Confederación General del Trabajo (CGT).
“Nos reunimos para seguir trabajando unidos en la defensa de los derechos de los trabajadores y del pueblo argentino. Con la fuerza del peronismo, avanzamos hacia el 26 con esperanza y compromiso”, escribió Daer en su cuenta de la red social X.
La cita se produjo en un momento de alta intensidad política. La renuncia de José Luis Espert a su candidatura obligó a Fuerza Patria a redefinir su campaña, hasta ahora apalancada por el despliegue territorial de la mano de Kicillof y los intendentes; la polarización con la gestión libertaria, y la centralidad de las denuncias que pesan sobre el diputado.
Con Espert fuera del tablero electoral y un Diego Santilli fortalecido por el armado macrista bonaerense, el peronismo perdió uno de los ejes clave de campaña que -según proyecciones que se manejaban en La Plata- le podría haber permitido ampliar el margen de diferencia con el que ganó el 7 de septiembre.
La duda ahora es si a Milei le alcanzan estas semanas para dar un volantazo de la mano de Santilli y el PRO, como confían La Libertad Avanza. La sola hipótesis puso en alerta al PJ, que redoblará la presencia en el territorio y en las redes sociales e intentará mantener el caso Espert en la agenda política.
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