Mostaza, nacida en 1999 de la mano de emprendedores argentinos, logró consolidarse como una sólida alternativa a las grandes cadenas internacionales y posicionarse como una de las marcas de comida rápida más importantes del país. Con más de 184 sucursales distribuidas estratégicamente en toda la Argentina, la empresa que emplea a más de 9000 personas, apoyada por el sistema de franquicias, planea seguir expandiéndose. Para este año, esperan abrir 30 nuevas sucursales, de las cuales 20 serán bajo el formato de franquicias. De cara a los próximos cinco años, proyectan 100 aperturas más.
La empresa fue una iniciativa de Christian Galdeano Alvarado y su socio Federico Aste, la idea surgió durante unas vacaciones en la costa argentina, donde ambos emprendedores vislumbraron la oportunidad de crear un negocio de comida rápida ofreciendo hamburguesas de calidad y mucho más grandes de lo que ofrecía el mercado.
"Esta idea no se quedó solo en una conversación; a fines de ese mismo año hicieron una inversión y abrieron el primer local de Mostaza en el Boulevard Shopping de Adrogué, utilizando un formato de barra", cuenta a iProfesional Pablo De Marco, director de Expansión y Desarrollo de Mostaza. El 60% de los locales de Mostaza son franquicias Hoy en día, Mostaza atiende anualmente a más de 50 millones de clientes, su aplicación móvil cuenta con más de 1.100 millones de usuarios, y gestionan más de 500.000 pedidos mensuales a través del canal de delivery.
Este crecimiento no es casualidad. Según De Marco, "la clave fue una combinación de expansión estratégica y adaptación a las necesidades locales". Mostaza opera 184 sucursales en Argentina, con presencia en 23 provincias, y el 60% de estos locales son franquicias. "Este modelo nos permite llevar nuestra propuesta de valor a diversas plazas en el interior del país más allá de las grandes ciudades, garantizando un crecimiento continuo y sostenible", explica De Marco.
Las franquicias permiten una expansión rápida y eficiente, sin la necesidad de realizar grandes inversiones iniciales por parte de la empresa matriz. Además, al asociarse con franquiciados locales, Mostaza puede aprovechar el conocimiento y la experiencia de estos emprendedores en sus respectivas zonas, lo cual es crucial para adaptarse a las particularidades de cada localidad.
"Al abrir nuevas franquicias, Mostaza crea oportunidades laborales y fomenta el crecimiento local. Además, el modelo asegura la uniformidad en la calidad de los productos y servicios ofrecidos, manteniendo un control riguroso sobre los estándares" destaca De Marco.
Desde 2016, Mostaza viene también trabajando por su expansión internacional y actualmente, operan con 12 locales en Uruguay, 10 en Paraguay y 2 en Bolivia, y planean seguir creciendo en el mercado internacional. "Todas las sucursales en el exterior son Máster Franquicias", detalla De Marco, indicando que este modelo permite un control de calidad y una gestión más efectiva de las operaciones en nuevos mercados.
Se necesitan desde u$s500.000 para tener una franquicia Mostaza
Invertir en una franquicia de Mostaza ofrece múltiples beneficios. El respaldo de una marca consolidada proporciona a los franquiciados un reconocimiento instantáneo y una base de clientes leales. "Nuestro modelo de franquicias es altamente adaptable al contexto cambiante del país", afirma De Marco. Esta flexibilidad permite a los franquiciados ajustar sus operaciones y estrategias de marketing según las condiciones económicas y las tendencias del mercado.
"A pesar de que el consumo se vio afectado en la primera parte del año, el negocio de las hamburguesas demuestra ser altamente elástico", señala De Marco. De todas maneras, aclara que la compañía desplegó ya varias estrategias para adaptarse a la situación, trabajando estrechamente con proveedores para garantizar precios competitivos, lanzando nuevas campañas publicitarias y productos atractivos.
El apoyo de Mostaza a sus franquiciados es integral. La empresa ofrece capacitación continua, asesoramiento en locación y construcción, y la administración de variables críticas del negocio para maximizar la rentabilidad. "Contamos con un staff integrado por profesionales en distintas áreas, lo que nos permite brindar al franquiciado una capacitación integral y un asesoramiento en forma continua", explica De Marco.
Para ser parte de la familia Mostaza, la empresa ofrece tres formatos de locales: All in One, que cuenta con delivery, pick-up, drive-thru, tótems self-service y estacionamiento (1200 metros cuadrados), Vía Pública (300 metros cuadrados) y Mall (100 metros cuadrados), aunque aclara el ejecutivo, actualmente no están otorgando franquicias para shopping, ya que tienen cobertura total.
La inversión inicial para abrir una franquicia de Mostaza es a partir de u$s500.000 con la posibilidad de algunas sucursales llave en mano. "Los altos niveles de venta con bajos costos permiten obtener una mayor contribución marginal. El rendimiento de nuestra unidad de negocios supera ampliamente la media del mercado, con un retorno de la inversión a partir de los 36 meses", dice el empresario, quien además estima que por punto de venta la facturación anual promedio ronda el 1.200.000 dólares.
Mensualmente, los franquiciados deben abonar el 6% de regalías y el 3,5% de publicidad a la empresa. A cambio, Mostaza les ofrece derechos de uso de la marca, acceso al pull de compras, y una capacitación constante. Con un enfoque estratégico y un modelo de negocio probado, Mostaza continúa su camino hacia la consolidación como una de las principales cadenas de fast food en Argentina y en la región, otorgando franquicias. "Nuestro objetivo es consolidar nuestro liderazgo en el mercado argentino y seguir creciendo de manera sostenida", concluye De Marco.
iP