Hace apenas dos semanas, entre intentos fallidos de llegar a una tregua y denuncias de genocidio, el apoyo incondicional de Washington a Tel Aviv prendió una llama en las universidades del país. El martes por la noche, con la entrada de la policía en varios campus de Nueva York y en la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA), aquella llama creció y cada vez amenaza más con propagarse a otros centros estudiantiles.
La Universidad de Columbia amaneció el miércoles cerrada, con el acceso vetado a todos los estudiantes que no residiesen dentro de su perímetro. La noche anterior, agentes de la policía neoyorquina habían desalojado el campus. Una actuación que, según decía el alcalde de la ciudad, Eric Adams, se saldó con 109 manifestantes propalestinos detenidos. Un poco más al norte, en el campus de Harlem de la Universidad Municipal de Nueva York (CUNY), la noche terminó con 173 estudiantes esposados. Al menos 34 estudiantes de la Universidad de Wisconsin, en el norte de Estados Unidos, fueron detenidos este miércoles por la Policía, sumándose a los cientos de arrestos en todo el país como respuesta de las autoridades al movimiento en contra de la guerra en Gaza.
En videos publicados en la red social X, se puede ver cómo los estudiantes se enfrentaron a los agentes, que cargaban escudos antidisturbios. En varias instancias, los policías lanzaron a varios estudiantes y profesores contra el suelo durante el enfrentamiento. Las protestas se han intensificado conforme aumentaba el número de víctimas en Gaza (cerca de 35.000, según los últimos datos). Censuran las actuaciones israelíes en los territorios de la Franja, y piden que el Gobierno de Joe Biden y las universidades reduzcan los vínculos con instituciones del Estado judío.