La tormenta Eunice ha paralizado gran parte del territorio británico, con vientos que superaban fácilmente los 160 kilómetros por hora. Carreteras cortadas, cientos de vuelos y de trayectos de tren cancelados, decenas de miles de hogares sin electricidad y las calles desiertas.
Los meteorólogos ya han calificado a Eunice como la borrasca más poderosa y dañina que ha sufrido el Reino Unido en las últimas tres décadas. En el norte de Europa, se ha cobrado ya al menos nueve vidas, tres en el Reino Unido, cuatro en Países Bajos, una en Bélgica y otra en Irlanda.