Shanghái registró un fuerte aumento de los casos de la COVID-19 a pesar del confinamiento parcial decretado en esta ciudad de unos 25 millones de habitantes, capital económica de China, lo que provocó una estampida hacia los supermercados.
China informó el martes de 6 886 casos de la COVID-19 en todo el país, de los cuales más de 4 400 se detectaron en Shanghái, epicentro del peor brote desde que empezó la pandemia. Las estanterías de algunos supermercados de la ciudad quedaron totalmente vacías, mientras los residentes se apresuraban a abastecerse antes de que cerraran.
China logró contener en gran medida el coronavirus durante los dos últimos años aplicando una política de tolerancia cero, que implica confinamientos masivos de ciudades y provincias, incluso si el número de casos es reducido. Pero la variante ómicron está resultando más difícil de erradicar. (AFP)