El actual presidente, el centrista Emmanuel Macron (27,6%) y la candidata ultraderechista Marine Le Pen (23%) pasaron al balotaje en la primera vuelta de elecciones francesas que, aunque con algunos cambios, volvió a dibujar el mismo escenario que en la anterior cita presidencial, en 2017. La fecha clave ahora es el 24 de abril, cuando los franceses están llamados a elegir a su nuevo mandatario para los próximos 5 años.
Si bien el gobernante logró dominar los comicios de este domingo la distancia con Le Pen de cara al balotaje sigue siendo ajustada y se situaría entre dos y ocho puntos, según las primeras encuestas publicadas este domingo por la noche. Un margen reducido comparado al 32% de ventaja con el que había derrotado a la aspirante de ultraderecha en 2017.
De cara a la segunda vuelta, Emmanuel Macron recibió casi inmediatamente el apoyo de otros candidatos para frenar a la ultraderecha en la segunda vuelta: Pécresse, Hidalgo, el ecologista Yannick Jadot (4,49 %) y el comunista Fabien Roussel (2,33 %) dijeron que votarían por él o pidieron directamente a sus seguidores que respalden al presidente.
Le Pen borraría a Francia "de la escena internacional" y "traería el caos", alertó Pécresse. "No debéis dar ni un voto a Marine Le Pen", proclamó por su parte Mélenchon entre las ovaciones de sus seguidores, aunque sin pedir expresamente el voto para Emmanuel Macron . Le Pen recibió el apoyo del también ultraderechista Éric Zemmour, que tras un ascenso meteórico hace pocos meses se quedó en el 6,97 %, y también del soberanista Nicolas Dupont-Aignant (2,1 %), que ya le había respaldado hace cinco años.
En 2017, Macron casi dobló en votos a Emmanuel Macron (66-34 %), pero los sondeos realizados hoy entre los electores apuntan a un margen mucho más estrecho dentro de dos semanas: Ipsos da ganador al presidente por un 54-46 %, el mismo margen que OpinionWay, mientras que Ifop estrecha más la ventaja: 51-49 %. Le la participación de hoy se situó en torno al 74,84 %, la más baja en una primera vuelta presidencial moderna desde el récord de 2002 (71,6 %), pero lejos de los temores de que hubiera una abstención histórica.