Ambos anuncios han sido recibidos con júbilo desde la bancada socialista, que ha aplaudido con cierta euforia, como si de repente el hemiciclo se hubiera transportado al 1 de junio de 2018, cuando Sánchez se convirtió en presidente tras ganar la moción de censura a Mariano Rajoy. Las palmadas de los diputados morados han sido más tímidas, pero se han producido, así como las de sus máximas exponentes: las ministras Ione Belarra e Irene Montero.
La vicepresidenta segunda y líder del espacio de Unidas Podemos en el Ejecutivo, Yolanda Díaz, quizá haya sido la que menos júbilo haya mostrado, pero ha dado su aprobación igualmente: "Lo que era imposible hasta hace poco, ahora es posible. Una pequeña alegría para el país que queremos". Eso sí, desde Unidas Podemos remarcan que van a seguir insistiendo en más medidas en la misma dirección.
"Me voy a dejar la piel para defender a la clase media trabajadora de nuestro país", ha lanzado Sánchez desde la tribuna, donde ha inaugurado una cita parlamentaria que no se producía desde 2015 con un discurso que ha superado la hora y media de duración. En él, el presidente ha querido profundizar en un giro que inició tras la debacle en las elecciones andaluzas del 19 de junio, en las que las fuerzas progresistas hundieron sus respectivos suelos frente al PP, que alcanzó la mayoría absoluta.
El jefe del Ejecutivo se ha querido mostrar cercano a la ciudadanía y ha señalado la inflación, que supera los dos dígitos, como el gran enemigo a batir. Más didáctico que nunca -incluso, utilizando gráficos- explicando que el alza de precios se debe al gasto del dinero que las familias ahorraron durante la pandemia y a la situación económica derivada de la guerra en Ucrania, ha dicho "comprender" la "angustia, frustración y el enfado" de todos los españoles. "También es el mío", ha lanzado antes de insistir en que conoce que "el salario cada vez da para menos, que cuesta llegar a fin de mes y que la cesta de la compra es cada vez más cara".
Frente a las formaciones de la derecha, cuya receta es bajar impuestos, ha apostado por la imposición dos tipos nuevos con los que prevé recaudar unos 7.000 millones de euros con los que financiar otro tipo de medidas sociales anunciadas, como la subida de 100 euros al mes en las becas de más de un millón de estudiantes o la gratuidad de los abonos de Renfe para Cercanías y media distancia.
Esta última medida ha sido, sin embargo, no ha recibido el apoyo de otros de sus socios como Teruel Existe-, que la ha criticado por centralista y por ser una solución a problemas de grandes ciudades y no de la España vaciada. También ha querido hacer un guiño a los ciudadanos de la Comunidad de Madrid con el desbloqueo de la Operación Campamento. Sánchez ha justificado el impuesto a las entidades financieras recordando que "este país acudió al rescate de la banca" en 2012. "Ahora es imprescindible rescatar al conjunto de la ciudadanía", ha añadido como mensaje a los bancos.