Dos mosquitos ayudaron a la Policía china a resolver un caso de robo después de que la sangre del presunto autor se recuperara de los insectos muertos mediante una prueba de ADN.
El robo había tenido lugar el pasado 11 de junio en un apartamento de Fuzhou (provincia de Fujian, sureste), según un reporte del departamento local de Seguridad Pública citado por el diario hongkonés South China Morning Post.
De acuerdo con el relato policial, el ladrón entró en la vivienda por el balcón y -una vez dentro- se preparó unos huevos con fideos y se quedó a dormir, pero antes de acostarse le picaron dos mosquitos a los que acabó aplastando contra la pared del salón lo que, además de los cuerpos de los insectos, dejó manchas de sangre.
Los equipos investigadores dedujeron que se trataba de la sangre del supuesto ladrón porque el apartamento estaba recién pintado, por lo que consideraron que si el "insecticidio" lo hubieran perpetrado las personas propietarias, se habrían molestado en limpiar la pared.
Una vez realizados los análisis de ADN, la sangre resultó pertenecer a un "conocido delincuente" de apellido Chai que fue detenido el pasado 30 de junio y confesó la autoría de este robo y de cuatro más.
La obtención de muestras de ADN de forma insólita ya ha protagonizado otros casos en China, como el de una mujer de 69 años detenida después de lanzar los restos de una mazorca de maíz desde su vivienda en un rascacielos con el mal tino de que cayeron sobre la cabeza de niño de ocho años, según recuerda la prensa local.
DW (efe, south China morning post)