Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 exigieron este miércoles a China que evite el uso de la fuerza en Taiwán, tras la visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados unidos, Nancy Pelosi, por la que Pekín anunció represalias.
"Estamos preocupados por las amenazas de China, en particular por las maniobras con fuego real y las represalias económicas", expresaron Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Reino Unido en un comunicado conjunto.
Las siete economías más desarrolladas del mundo consideraron que "no hay justificación alguna para usar una visita como pretexto para llevar a cabo acciones militares agresivas en el estrecho de Taiwán".
También consideraron que la respuesta de China "aumenta la tensión y desestabiliza la región" y pidieron al gobierno comunista que no use "la fuerza para cambiar unilateralmente el statu quo" de Taiwán.
"Es normal y rutinario que los legisladores de nuestros países viajen internacionalmente”, dijeron los cancilleres del G7 en el comunicado difundido en Alemania. El G7 pidió resolver las diferencias "de forma pacífica" y recordó que ninguno de sus miembros ha cambiado su posición con respecto a Taiwán, en referencia al apoyo al principio de "una sola China”.
Pelosi concluyó este miércoles su visita de menos de 24 horas a Taiwán, un viaje que ha puesto en pie de guerra a China y que de momento se ha saldado con sanciones comerciales y maniobras militares en torno a la isla por parte del gobierno chino. DW efe / reuters / afp