El anuncio de este viernes del G7 de imponer un precio tope al petróleo ruso ha tenido una respuesta casi inmediata por parte de Moscú. El suministro a través del gasoducto Nord Stream 1, clave para la llegada de gas al centro de Europa, permanecerá interrumpido hasta nuevo aviso, según Gazprom por una serie de problemas técnicos que imposibilitan su reapertura.
En concreto, la empresa ha informado en un comunicado de una fuga de aceite en una turbina, por lo que el flujo de gas no se reanudará este sábado como estaba previsto, informa la agencia Interfax.