El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que si no se llega a un "acuerdo histórico" sobre el clima entre los países más ricos y los que están en vías de desarrollo, la población mundial estará "condenada".
Horas antes de la inauguración de la Conferencia de las Partes (COP27) sobre el cambio climático en Sharm el Sheij, Egipto, Guterres recordó cómo hace diez años los países desarrollados se comprometieron a aportar a las naciones más pobres del mundo un total de 100.000 millones de dólares para 2020 en concepto de ayuda a la protección climática, una promesa que no se cumplió.
"No hay forma de que podamos evitar una catástrofe si ambos no logran alcanzar un pacto histórico en este sentido", declaró en una entrevista con el diario británico The Guardian, recogida por la agencia Europa Press. "Porque al nivel actual, estaremos condenados", aseguró.
Guterres consideró que el mundo se aproxima a una crisis climática "irreversible" y "un daño del que no va a poder recuperarse". "Necesitamos más urgencia, más ambición y reconstruir la confianza entre el norte y el sur del planeta", añadió.
En la cumbre climática anterior, celebrada en 2021 en Glasgow, Reino Unido, se esperaba un compromiso firme de los participantes para bajar a cero las emisiones de dióxido de carbono para 2050, una meta pensada para limitar el calentamiento global a entre 1,5º y 2º para fin de este siglo en relación a la era preindustrial, tal como se acordó en la icónica COP21 de París, en 2015. Para ello era necesario reducir un 45% de las emisiones a 2030 con respecto a 2010. Sin embargo, los acuerdos firmados conducen a un aumento de la temperatura promedio de entre 2,4º y 2,6º, según un informe de la ONU publicado hace dos semanas.
"La mitad de la humanidad está en zona de peligro por inundaciones, sequías, tormentas extremas e incendios forestales. Ninguna nación es inmune. Sin embargo, seguimos alimentando nuestra adicción a los combustibles fósiles. Ante todo esto, tenemos dos opciones: o la acción colectiva o el suicidio colectivo. Está en nuestras manos", apuntó Guterres.