Unos meses atrás, habría parecido inimaginable: los gobernantes de Colombia y Venezuela, juntos, abogaron por la defensa de los bosques en la COP27, que se celebra en Egipto. El hecho resulta notable porque, hasta hace poco, ambos países no tenían siquiera relaciones diplomáticas. Pero desde la llegada al gobierno del izquierdista Gustavo Petro en Bogotá, el acercamiento se ha puesto en marcha y avanza aceleradamente.
En conversación con DW, el analista político venezolano Francisco Alfaro Pareja, doctor en Estudios de Paz y Conflictos, recuerda que uno de los factores de la prolongada ruptura de las relaciones bilaterales fue el distanciamiento de Venezuela del marco democrático y del Estado de derecho. "Por eso pienso que el acercamiento de Colombia y Venezuela tiene que partir al menos del reconocimiento del conflicto, de sus causas y consecuencias”, dice, lamentando que el presidente colombiano no haya planteado exigencias. No obstante, destaca que, durante su reciente visita a Caracas, Petro señaló que el sistema interamericano de derechos humanos está basado en la democracia liberal. "El hecho de haya mencionado ese elemento y la necesidad de que Venezuela vuelva al sistema interamericano, sin lugar a dudas, es muy importante”, afirma.
Ronal Rodríguez, portavoz del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, Colombia, considera que "los pronunciamientos que logró el presidente Petro en la reunión bilateral con Maduro fueron bastante ambiguos”, y tampoco hay señales claras de que Venezuela quiera reintegrarse al sistema interamericano de derechos humanos. "Todo lo contrario. La situación de derechos humanos sigue siendo grave”, dice a DW, y subraya: "Venezuela continúa con un régimen dictatorial y no hay nada que nos permita prever que la situación vaya a cambiar en el corto plazo”.
Lo que sí ha cambiado perceptiblemente es el contexto internacional, y un botón de muestra lo ofrece la presencia de Nicolás Maduro en la COP27, donde conversó unos minutos con el presidente francés, Emmanuel Macron, en un pasillo, e incluso se dio un apretón de manos con el enviado especial de EE. UU. para el Clima, John Kerry. "Hay un cambio de estrategia del mundo frente a Venezuela. La fatiga por aislamiento no funcionó, el aislamiento fracasó”, apunta Rodríguez.
Además, el cambio a nivel internacional ha sido acelerado por la situación en Ucrania y la crisis energética. En este contexto, Venezuela vuelve a surgir como un actor importante. "Potencias como Estados Unidos y Francia se plantean una nueva forma de abordar a Venezuela, lo que le da oxígeno al régimen de Nicolás Maduro. Eso hace que tengamos que pensar cuáles van a ser las prioridades, cómo mantener relaciones con un régimen no democrático, buscando, sobre todo, una mayor protección de derechos humanos”, dice el analista colombiano.
Alfaro Pareja coincide en el nuevo interés que despierta Venezuela. "Probablemente con un acercamiento se logre restituir, por supuesto, con una inversión de mediano plazo, una fuente de suministro de petróleo y gas importante para Occidente”, dice. Evidentemente, la oposición venezolana se da cuenta de que ha cambiado la constelación, "pero la redefinición de la estrategia todavía está en discusión”, explica. En todo caso, "la estrategia de una ruptura, de un cambio rápido, ya no es factible. Ya parece que se entiende que esto va a ser un cambio progresivo, de reinstitucionalización”.
¿Qué papel puede jugar Petro en este sentido? "Es un ensayo complicado y habrá que ver si realmente logra la reinserción de Venezuela en el sistema interamericano, y un proceso de redemocratización, o simplemente es un paso funcional para el logro de un objetivo, que no es menor, que es la paz en Colombia”, indica el analista venezolano. Y recuerda que el ELN, que tiene gran parte de su militancia en territorio de Venezuela y Caracas, podría desempeñar un rol importante para persuadir al grupo guerrillero a negociar y desmovilizarse, aunque muestra cierto escepticismo.
Más allá de lo anterior, Ronal Rodríguez subraya que Petro ha logrado recomponer el diálogo. "Recomponer la relación significa empezar a trabajar casi de cero; ya tenemos misiones diplomáticas, ya empezamos a tener cierta conectividad en materia de transporte, ya se restablecieron vuelos entre Caracas y Bogotá”, apunta. Y subraya que "Venezuela y Colombia son vecinos y tienen una serie de vínculos que hacen que la relación sea fundamental para nuestros países". DW