Un tribunal de Nueva York declaró este martes culpable de fraude y evasión fiscal a la empresa del expresidente Donald Trump, informaron fuentes judiciales. La compañía fue condenada "por todos los cargos" por los que fue acusada, afirmó el fiscal de distrito Alvin Bragg. Trump y sus familiares no fueron acusados en este caso.
Un tribunal de Nueva York declaró este martes culpable de fraude y evasión fiscal a dos empresas de la Organización Trump, el holding familiar del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, informaron fuentes judiciales.
El jurado encontró a las compañías Trump Corp. y Trump Payroll Corp. culpables de “todos los cargos” que enfrentaban, afirmó el fiscal del distrito Manhattan Alvin Bragg en Twitter. Ambas firmas estaban acusadas de múltiples cargos de fraude fiscal y falsificación de registros comerciales en relación con un esquema que durante 15 años no reportó ni pagó impuestos sobre la compensación de sus altos ejecutivos.
Trump y sus familiares no fueron acusados en este caso, pero los fiscales sostuvieron reiteradamente durante el proceso que existió una conexión entre el expresidente y los beneficios otorgados a ciertos ejecutivos. Entre esos beneficios figuraron departamentos financiados por las empresas, alquiler de automóviles y gastos personales, según la televisora CNN en Español.
El fiscal Joshua Steinglass dijo en su alegato final ante los miembros del jurado que Trump “sancionó explícitamente” el fraude fiscal y los exhortó a rechazar el argumento de la defensa, según la cual el ex director financiero de la Organización Trump Allen Weisselberg fue un empleado deshonesto impulsado por su propia codicia.
El veredicto de culpabilidad se produjo mientras Trump afronta una investigación por su manejo de numerosos documentos clasificados y cuando, sin reconocer aún el resultado de las elecciones de 2020, que perdió ante el presidente Joe Biden, anunció que procurará postularse nuevamente a la Casa Blanca en 2024.
Asimismo, Trump enfrenta una demanda civil por 250 millones de dólares de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que acusa al exmandatario y a sus hijos adultos de estar involucrados en un fraude que se extendió por una década. James procura inhabilitarlos a perpetuidad para que se desempeñen como funcionarios o directores de empresas en el estado Nueva York, entre otras sanciones.