Un 93 por ciento de los austríacos está a favor de que el Estado subvencione la alimentación y/o imponga topes a los precios de venta al consumidor, para contrarrestar así el encarecimiento motivado por la elevada inflación. Ese es el resultado de un sondeo efectuado por la consultora Oliver Wymann, que interrogó a mil ciudadanos de esta república alpina, informó la agencia local APA.
La inflación en Austria, que con un 10,5 por ciento interanual es la más alta en más de setenta años, está empujando a los ciudadanos a las tiendas con grandes descuentos, que ganan clientes en detrimento de las cadenas de supermercados tradicionales.
Solo un trece por ciento de los encuestados dijo no verse afectado por el fuerte encarecimiento de los alimentos, y aún menos, un siete por ciento, opina que el Gobierno no debe intervenir en el mercado, sino mantenerse al margen del proceso de fijación de precios. efe / DW